El conjunto de población de Ceuta viajó menos, mucho menos, durante el año pasado, algo lógico teniendo en cuenta las restricciones de movilidad que trajo consigo la pandemia de la enfermedad del coronavirus a partir de mediados de marzo. Sin embargo, el número de los residentes en la ciudad autónoma que utilizó el barco alguna vez a lo largo de 2020 aumentó con respecto al ejercicio anterior y alcanzó niveles desconocidos desde diez años atrás, según los datos de la Dirección General de la Marina Mercante a los que ha tenido acceso este periódico
En números, el Ministerio de Fomento bonificó un total de 508.652 embarques a residentes en Ceuta para cruzar el Estrecho en barco con un desembolso total de 10,1 millones de euros.
El Estado pagó 10,1 millones en 2020 por los embarques bonificados a ceutíes
Los beneficiarios de la rebaja del 75% que sufraga el Estado en el coste del transporte marítimo fueron 67.158 empadronados en la ciudad, lo que arroja una media de 7,5 embarques durante doce meses.
Con un censo de 84.202 residentes que permanece más o menos estable desde 2012, casi 20.000 ceutíes no viajaron a la península en todo el año pasado.
A pesar de las restricciones de actividad económica y social, la cifra de los que sí lo hicieron es sensiblemente más alta que la registrada en 2019 (64.155) o en 2017, cuando se marcó el mínimo en la serie histórica que arranca diez años atrás con sólo 60.468 beneficiarios de bonificaciones de este tipo.
Para alcanzar cifras similares a las de 2020 hay que remontarse hasta 2009 y 2008, cuando se superaron los 68.000 embarcados residentes en ambos ejercicios.
Menos embarques
El año pasado sí marcó un mínimo histórico en lo que a número de pasajes bonificados se refiere de forma coherente con la prohibición de desplazamientos que ordenaron las autoridades de forma estricta.
Los 508.652 embarques bonificados están muy lejos de los cerca de 870.000 de 2019 y de los 966.377 de 2015, cuando se marcó el máximo de la serie, también en términos de desembolso para la Administración General del Estado, que pagó 14,5 millones a las navieras por rebajar las tarifas que facturan a los residentes.
El Estado no había tenido que pagar tan poco como en 2020 desde 2013, cuando la factura de las bonificaciones al transporte marítimo a los ceutíes no pasó de 9,7 millones. El mínimo histórico data de 2007, con 8,6 millones.
Una conclusión directa que puede sacarse de estos datos es clara: durante el estado de alarma el personal que hacia uso del barco a Algeciras eran funcionarios y militares residentes en Ceuta con la familia en la península (según el pto. 6 del RD que declaraba el estado de alarma). Durante ese periodo la incidencia de contagios por COVID se mantuvo a la baja, mientras que desde que finalizó el estado de alarma y puede viajar todo el personal la incidencia se ha disparado. Por tanto parece claro que los contagios no procedían del colectivo de militares y funcionarios que viajaban los fines de semana a ver a la familia, como algún agorero de medio pelo rebuznaba en los medios.