Doscientos escolares de seis centros educativos, aislados en plena naturaleza sin tecnología durante cuatro días. Se trata de un proyecto de convivencia que cumple 19 años y que brinda la oportunidad de disfrutar de una experiencia diferente y que quedará para el recuerdo. A las 9.00 horas del martes estos colegiales de 5º y 6º curso de Primaria, acompañados de veinticinco profesores iniciaron su camino hacia ‘Finca Serrano’, el entorno natural situado en García Aldave. A mediodía llegaban al campamento donde comenzaron a montar sus tiendas de campaña, iniciando así las XIX jornadas de convivencia en el entorno natural de Ceuta que este año cuenta con los colegios ‘Reina Sofía’, ‘Severo Ochoa’, ‘Príncipe Felipe’, ‘Lope de Vega’, ‘Ortega y Gasset’, ‘Mare Nostrum’.
Durante estos días los estudiantes conviven en un ambiente al que no están acostumbrados, independientemente de donde vengan. “Lo que queremos es que se conozcan y desconecten de todo tipo de aparatos electrónicos, smartphones, cámaras de fotos, reproductores de música y que disfruten como niños en un entorno privilegiado que tenemos en Ceuta y que muy pocas veces sabemos valorarlo. Además, otro de los objetivos fundamentales que se busca es que los niños ‘salgan del cascarón’ y que paulatinamente adquieran más autonomía personal”, explicaba Andrés Granados, profesor del ‘Ortega y Gasset’ y parte de los integrantes que organizan la actividad.
El proyecto brinda la oportunidad de disfrutar de una experiencia diferente y que quedará en el recuerdo. Los estudiantes confesaban a FAROTV que nunca antes “habían instalado una tienda de campaña”, también aprecian más eso de ducharse en casa “con agua calentita”, pero aún así aseguran que lo “repetirían todos los años”, pues aseguran que están disfrutando de una semana “increíble”.
Las jornadas están totalmente planificadas desde el momento en que amanece hasta las sesiones nocturnas. Los niños se sumergen durante medio día en variados talleres como montaje de un instrumento musical, globoflexia, juego de tres en raya fabricado con material reciclable, modulación con fimo, paintball con jeringuillas o un taller de percusión. La otra media jornada va destinada a labores en la playa o actividades de senderismo y retromotriz a través de la cual los colegiales aprenden a orientarse con una brújula.
La actividad está organizada por un grupo de profesores que año tras año se entrega para que sus alumnos vivan una experiencia única. No obstante las trabas que se presentan para que la actividad vea la luz no son pocas. “Hay muchísimos impedimentos, nos cuesta mucho organizar la acampada. Tenemos que mendigar para poder realizar esta convivencia cuando además se trata de una actividad sin ánimo de lucro, totalmente altruista y para más inri los organismos solo no prestan ninguna ayuda, sino además lo único que presentan son trabas a nuestro trabajo”, exponía el docente del ‘Ortega y Gasset’. Quien confesaba que después de tantos años el cuerpo docente que la organiza está demasiado exhausto y observan el fin de la misma el próximo curso. “La organizaremos para llegar a esos 20 años y crear como un aniversario, pero ahí se acabará nuestro trabajo”, declaraba Granados.
Por desgracia esta será la penúltima promoción que podrá disfrutar de esta experiencia única. Mañana pondrán fin a la misma, pero volverán a casa con una mochila cargada de recuerdos y nuevos amigos
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