Convivencia, democracia y justicia en Cataluña

En su tradicional discurso de Navidad, el rey Felipe VI hizo un llamamiento a la “convivencia”, argumentando que la superación de los grandes problemas y las injusticias nunca pueden nacer de la división ni del enfrentamiento, sino del acuerdo y la unión. Pero el presidente de la Generalitat de Cataluña, Torra - tan gallito él como siempre - ha replicado al monarca en su ofrenda floral a la tumba de Francesc Macià en el 85 aniversario de su muerte, diciendo, entre otras insolencias, que en Cataluña no hay ningún problema de “convivencia”, que los únicos problemas allí son de “democracia” y de “justicia“.

Pues con este artículo trataré de desmontar la falsa imagen que Torra da sobre Cataluña, tratando “venderle de matute” que él allí no tiene ningún problema para convivir, utilizando un planteamiento engañoso y excluyente en un alarde de hipocresía y cinismo con el que quiere hacer creer que en Cataluña existe una convivencia perfecta, a base de retorcer y tergiversar lo que allí está pasando; presentando la realidad al revés de como es para ponerla a su servicio. Él cree que la convivencia entre catalanes es un coto exclusivamente para separatistas del que excluye a todos los demás, porque con su enfermizo sectarismo no alcanza a comprender que pueda haber allí personas que no piensan como él y quieren seguir siendo catalanes y españoles, gente de bien y con sentido común de la que todavía queda mucha en Cataluña, pese a que él quiera obligarles a ser extranjeros en su propia tierra y que obedezcan sumisamente su “pensamiento separatista único”.

Y en Cataluña se necesita para que haya verdadera convivencia hacer un ejercicio real y efectivo de inclusión que acepte la diversidad y admita las distintas sensibilidades ante el conflicto catalán, que sólo los independentistas han creado y que ahora por la fuerza quieren imponer a todos los demás bajo su consigna de: “quien no piense como yo está contra mí, y es mi enemigo”, creyéndose con derecho a marginar a quienes piensen de otra forma y a pisotear sus derechos, pretendiendo obligarles a doblegarse ante sus arcaicos postulados con los que únicamente los suyos pueden integrarse en su tribu. Cuando quienes allí llegaron hace unos 50 años fueron a trabajar honradamente dándolo todo por Cataluña a cambio de poder vivir digna y honestamente de su trabajo, con el que tanto contribuyeron al “milagro económico” catalán, a pesar de haber sido llamados con desdén y desprecio, “charnegos”, aunque fueran dignísimos y honestos hombres y mujeres andaluces, extremeños y de otros lugares.

La convivencia así entendida por Torra, claro que es un problema muy grave en Cataluña, porque una minoría gobernante de sólo el 47,5 %, excluye sistemáticamente al 52,5 % restante que forma la mayoría social. Pero, además, Torra por sí solo es ya un grave problema para la convivencia. Él sólo concibe que allí convivan quienes como él son independentistas radicales, odiando rencorosamente a quienes quieren seguir siendo catalanes y españoles. ¿Acaso no es una pena, lo mismo que para él también debería ser una vergüenza, que asevere que no hay ningún problema de convivencia en Cataluña quien hace ya años escribió y publicó que la "avalancha inmigratoria pone en peligro la nación catalana y que los españoles que no conocen el catalán son bestias carroñeras, animales, víboras, hienas con una tara en su ADN”, tildándoles peyorativamente de“españoles”?. Pero si llamándoles así él mismo se llama también por los nombres de animales con los que insulta y ofende a los demás. Ese es allí el verdadero problema de convivencia, y el propio Torra su azote.

Dice Torra que en Cataluña no existe ningún problema de convivencia, sino que lo que existe es un“problema democrático”, porque no se les deja votar en un “referéndum de autodeterminación”. Claro que sí existe ese problema. El creado sólo por él y sus radicales con el victimismo de que se les oprime y se les roba, sólo porque el referéndum separatistas que ellos, “sí o sí “cerrilmente quieren votar estando prohibido por la Constitución. Y como para eso no se les puede dejar de votar, pues dan un golpe de estado contra su propio Estado y contra la integridad territorial de la maldita Nación española, que ellos llaman. Y, además, pretenden que ese golpe de estado se lo costee el propio Estado que quieren romper.

Eso no se permite en ningún país europeo ni del mundo civilizado. Recientemente, en Baviera (Alemania) quisieron celebrar un referéndum de autodeterminación. Pero su Tribunal Constitucional lo desautorizó, pese a que su Constitución no lo prohíbe y que Baviera ya fue Estado independiente. Y los bávaros inmediatamente acataron la sentencia, sin más. Igualmente que por enésima vez ha declarado nuestro Tribunal Constitucional por unanimidad; pero con la gran diferencia de que en Alemania los bávaros aceptaron la sentencia, mientras que los separatistas catalanes la desobedecen una y mil veces, desafiando y echándole casi a diario un pulso al Estado español. ¡Así es la “democracia pacífica”con la que Torra engaña al mundo!.

He escrito montones de veces que el “derecho a decidir”, que inicialmente invocaron, jurídicamente no existe para el Derecho Internacional. Y el “derecho de autodeterminación”, al que después se pasaron cuando vieron que estaban haciendo el ridículo, sólo fue aplicable a los pueblos colonizados que en la década de 1960 quisieron independizarse de sus antiguas colonias; pero de ninguna forma puede ser aplicado a ningún otro territorio o región que ya forme parte de otro Estado, como es el caso de Cataluña. La Resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU, de 14-12-1960 lo dice bien claro, disponiendo en su punto 6. “Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”. Y en idéntica forma se recoge en otros Tratados Internacionales.

Los referéndums de autodeterminación autorizados en Escocia y otros países, a los que otras veces quieren acogerse los separatistas, pudieron celebrarse porque sus Constituciones no los prohíben y porque antes de unirse al Estado al que ahora pertenecen, Baviera y Escocia ya fueron Estados o reinos independientes respecto de Alemania e Inglaterra. Pero ese no es el caso de Cataluña, pese a que prohibiéndoselo la Constitución y el Tribunal Constitucional, reiteradas veces desobedecieron y votaron. Torra, se queja de que en Cataluña hay un problema de democracia. Y está sobrado de razón con sólo mirarse en su propio espejo separatista. Han celebrado ya dos referéndums ilegales saltándose la Constitución y las leyes y pese a estar desautorizados y suspendidos por sendas sentencias del Tribunal Constitucional. Más los catalanes con un mínimo de sentido común están ya más que hartos de tanto votar ilegalidades.

Torra va de víctima engañando al mundo de que España les oprime porque no pueden ejercer algo tan “democrático” como votar. Pero ese gravísimo problema de democracia sólo lo han creado él y los suyos. ¿O es que se puede ser más “antidemócrata”que no respetar la Constitución y las leyes que la sociedad se ha dado para todos por igual?. ¿Más es democracia que Cataluña en la práctica real esté gobernada desde Bruselas por un presunto delincuente huido de la Justicia, y que un presidente marioneta de Puigdemont tenga que ir cada dos por tres al extranjero a consultarle cómo se tiene que gobernar Cataluña?.

¿Es “democrático”en un Estado de Derecho que el presidente de Cataluña, promueva y fomente la declaración de “persona non grata” al rey boicoteando su presencia en Cataluña, incluso insultándole, quemando los separatistas su efigie y promoviendo y fomentando su reprobación con toda una campaña de descrédito y desprestigio contra el monarca con mentiras y patrañas.?. ¿Es democrático que Torra y su “amo”Puigdemont, creen en Waterloo un “Consejo de la República Catalana”, como si fueran un“gobierno paralelo en el exilio”,con dinero público de todos los españoles?. En una democracia las reglas que se han dado todos para todos, deben ser respetadas por todos. Y el pueblo catalán las probó y ratificó con un 90, 3 % de “síes”a la Constitución, habiendo sido Cataluña la región que más alto porcentaje de voto favorable dio entre todas las regiones. Lo más antidemocrático que puede haber es querer ahora romper esa Constitución y ese Estado.

¿No es un problema de democracia en Cataluña que su Parlament con mayoría separatista permita en la actual legislatura que no se apruebe ninguna ley constitucional, sino sólo la modificación de tres leyes que ya existían desde la pasada legislatura, teniendo también cerrado el Parlament a cal y canto en perjuicio de los partidos constitucionalistas y de todo el pueblo de Cataluña, sólo por las disensiones y peleas internas entre Junts per Catalunya y ERC sobre la forma de sustituir a los diputados suspendidos por el Tribunal Supremo, porque si aplicaban la suspensión a los diputados huidos podían quedarse en minoría parlamentaria?. Eso no es legislar ni gobernar democráticamente, sino hacer el Parlament rehén de sus desafueros antidemocráticos en propio provecho y en detrimento del interés público del pueblo. Y todo por no querer hacer correr la lista electoral a diputados para que los huidos de la Justicia no dejen de cobrar su sueldo en el extranjero.

¿Pero qué“democracia”es esa de Torra, que reclama la vía eslovena para independizarse de España, que supuso una guerra civil con 73 muertos y más de 500 heridos, y que en su discurso de fin de año llamó a los catalanes a “sublevarse?. ¿Es también democracia que un president de Cataluña, máximo representante allí del Estado, obligado a velar por la seguridad y el orden público, llame al levantamiento a los llamados comités de defensa de la república, ordenándoles que “aprieten”más y redoblen su presión contra el Estado?. Y así lo obedecieron, saliendo días después a levantar barricadas en carreteras, cortado vías férreas, autovías y todo el tráfico, mientras los mossos les miraban cruzados de brazos. ¿Se puede ser más irresponsable?.

¿Es democrático que Torra en su discurso de fin de año llamara a “sublevarse”para en 2019 conseguir la libertad (independencia), derribar muros de opresión y poder ejercer el “derecho a la autodeterminación”, anunciándoles que en la primera reunión de 2019 su Gobern reactivará las leyes que están suspendidas por el Tribunal Constitucional?. ¡Ojo el próximo día 8!. Torra así, es un peligro público para Cataluña y España, amenazando constantemente al Estado.

Denuncia también Torra que en Cataluña hay un “problema de justicia”. Claro que lo hay muy grave. El que él y los separatistas han creado con su desacato a todas las resoluciones del Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo y Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, desobedeciendo todas y cada una de sus sentencias y autos que en el “procès” separatista han dictado. ¿O acaso no es el peor de los problemas, ilegítimo y antijurídico, que los independentistas acudan en manifestación hasta las puertas de esos Tribunales en Barcelona y Madrid a presionar e intentar torcer su voluntad colegiada, gritando ¡Jueces fuera!, haciéndoles escraches, con amenazantes pancartas , embadurnando de tinta amarilla varias de sus viviendas y propiedades de familiares, hasta el punto de obligarles a tener que marcharse de Cataluña?.

Eso es lo más ilegal, ilegítimo y antidemocrático que pueden hacer quienes tanto presumen de “demócratas pacíficos”, dañando gravemente la imagen de Cataluña y de España. Si Torra, hasta se ha permitido erigirse en juez supremo de España amenazando reiteradamente que no tolerará ni permitirá otra sentencia que no sea absolutoria para los presuntos golpistas. ¡Eso sí que es un grave problema de justicia en Cataluña!