Estimada directora, me dirijo a usted para comentarle un problema que tenemos en algunos bloques de la barriada Varela/Valiño a propósito de los contadores de agua que pertenecen a ACEMSA.
La pandemia también nos ha traído otro problema añadido al cotidiano discurrir de los días, a la hora de tener que verificar el consumo mensual del agua.
En mi bloque hay contadores que están ubicados en la ventana de la cocina (en mi caso yo vivo en un segundo piso) y antes de la pandemia venía un empleado a tomar la medida del consumo.
Yo vivía con mi marido, que falleció recientemente, y con quien conseguía con mucha fatiga ver los números del contador. Ahora llevo unos meses haciéndolo sola pero cada vez me resulta más difícil y peligroso para mí, puesto que debo subir a una escalera para poderlo ver (en la foto ven la ventana donde está el contador).
Acudí a ACEMSA para pedir ayuda y que fueran a mi domicilio cada vez que sea necesario tomar la lectura. Me contestaron que “lo tienen prohibido ir a las casas a ver sus aparatos”.
¿Cómo puedo hacerlo yo a mi edad y con mis achaques? ¿Y si me caigo de la escalera?
Ellos anteriormente cuando venían traían su aparato para lectura.
¿Por qué no se puede continuar haciéndolo sobre todo a personas que viven solas y se ven dificultadas en el proceso de tomar dichos datos?
Entiendo que es una cuestión creada por el problema del coronavirus (que también sirve hoy en día como escusas para muchas cosas….) pero ¿Qué solución me pueden dar? Los repartidores del gas tampoco pueden entrar, pero cuando me ven, hacen una excepción dado que soy una persona mayor que vive sola.
Solicito la posibilidad que se pueda retomar la antigua forma de lectura para aquellas personas, cómo mi caso, no puedan hacerlo por si solas o se arriesgan a un accidente domestico para hacerlo.
¡Es una cuestión de ayuda social! ¿No le parece?
Último inciso, en la comunidad estamos ahorrando dinero para poder cambiar los contadores de agua y ubicarlos en un sitio adecuado… ¿podrían hacerlo hasta entonces?.