Cuarenta años de cambio. De prosperidad, libertad y democracia en nuestro país. Hitos que esta mañana se destacaban como una celebración de todos los españoles durante el acto del cuadragésimo aniversario de la Carta Magna que acogió el Salón del Trono del Palacio Autonómico. Sin embargo, la consolidación de estas cuatro décadas de democracia suscita hoy la necesidad del cambio, como puntualizó la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos. “Debemos adaptarla a la nueva realidad del país. Gran parte de la ciudadanía alaba el recorrido de nuestra Constitución, pero consideran que pudiera ser adaptada a una España que dista de la que nos encontramos tras salir de una dictadura”, exponía.
Mateos imploró a la consolidación de la democracia a través de la renovación legislativa como respuesta a las nuevas necesidades y demandas de la España del siglo XXI. “Necesitamos una Constitución que mire a Europa, que culmine nuestro modelo territorial fortaleciendo las estructuras económicas y salvaguardando la igualdad entre los y las españolas, así como reconociendo la diversidad territorial y atendiendo a las nuevas estructuras de participación ciudadana”, expresaba.
La delegada también quiso incluir en este cambio a las nuevas generaciones, los que no pudieron votar en su momento la Carta Magna pero hoy conforman la nación. “Nos ha dado cuarenta años de éxito en democracia, pero España ha cambiado y necesitamos renovar el pacto social”.
En la misma línea que la delegada Mateos se mostró el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que dentro de sus alabanzas a la ley de leyes no olvidó que la evolución y el cambio es innegable. Sin embargo, su discurso se distanció del de su predecesora y recordó que esa renovación no puede arrasar con los pilares básicos y fundamentales del Estado. “Es una buena Constitución, un buen marco. Este es un relato de éxito cuyo gran protagonista es el pueblo español sin el que la Constitución no hubiera sido posible. Es un buen edificio y como tal es verdad que se pueden transformar algunas de sus habitaciones para adaptarlo a las necesidades del momento. Es verdad, y hasta es bueno, pero sin tocar su base, porque si lo hacemos el edificio se viene abajo”, aseveraba.
Por ello, Vivas rescató el mensaje de la unidad e integridad nacional como pilares intocables a los que apeló a su defensa. “La soberanía nacional no puede fraccionarse ni enajenarse. Cuando defendemos la unidad de España y su integridad territorial estamos defendiendo nuestra existencia como nación”.
Tanto Mateos como Vivas apelaron a la necesidad de recuperar el diálogo y el consenso que, recordaron, ha quedado eclipsado por intereses partidistas. “La España de hoy no es la de hace cuarenta años. pero se echa en falta un espacio de encuentro donde la lucha de partidos esté subordinada al interés nacional, como también es verdad que en el debate político es una obligación que los argumentos no sean sustraídos por los insultos, la descalificación gratuita o la bronca, es un mal ejemplo que conduce al deterioro y desprestigio de las instituciones”, argumentaba el presidente de la Ciudad. Un discurso al que también acudía la delegada Mateos. “Debemos volver a encontrar el valor de la palabra y el espíritu del diálogo como en 1978. Es necesario retomar el consenso constitucional para lograr reformas que sigan consolidando nuestra democracia”, exponía.
Muchos fueron los logros alcanzados de los que ayer se presumió, pero no se omitió que existe una necesidad de avanzar, de que no está todo conseguido y de que al marco constitucional se le presentan ahora una serie de retos. “Todavía tenemos mucho que hacer. Tenemos por delante un sistema de pensiones y servicios públicos. Debemos atraer talento, no perder el tren de la revolución digital, ofrecer oportunidades a nuestro jóvenes, satisfacer la cuestión energética, mejorar los niveles de renta, atender adecuadamente el fenómeno demográfico o alcanzar la igualdad real”, detallaba el presidente de la Ciudad.
El acto contó con la participación de parte de representantes de la sociedad ceutí que tomaron la palabra para poner voz a algunos de los artículos del Título Preliminar. De ello se encargaron, Encarnación Mercado, presidenta del Consejo de Hermandades y Cofradías; Hamido Mohamed, delegado de la Comisión Islámica de España; Ramesh Chandiramani, presidente de la Comunidad Hindú; Alberto Aslalo, representante de la Comunidad Israelita; Andrea Vivo, escolar del ‘San Daniel’ y ganadora del concurso ‘Qué es un Rey para ti’ en su trigésima séptima edición; José Antonio García, XVII Premio de las Artes y la Cultura de la Ciudad de Ceuta; Francisco García, presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos; María del Carmen Rosino, del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad; y la waterpolista olímpica Lorena Miranda, Medalla de la Ciudad en su categoría de plata y Premio María de Eza.
Con la entonación del himno nacional se hizo un punto y seguido en el acto que culminó con la tradicional ofrenda de flores ante el monumento de la Constitución, en la plaza homónima.
“La Constitución debe ser feminista”
La revolución morada y la emergente lucha por la igualdad real estuvo muy presente en las palabras de la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos. “La sociedad actual ha cambiado y ha influido en el papel que hoy representamos las mujeres, por ello necesitamos una Carta Magna que sea el fiel reflejo de una igualdad real entre hombres y mujeres”. En ese sentido llamaba a que la “Constitución del siglo XXI sea feminista para blindar el Estado del Bienestar y reconocer la diversidad”.
“No hay que ceder ante los que quieren romper la unidad de España”
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, apeló en su intervención a defender y conservar los pilares básicos y fundamentales de nuestro régimen constitucional porque “son nuestro modo de vida y convivencia”. Y como armas para ello recordó todos los aspectos que están en juego. “Debemos hacerlo con firmeza, sin titubeos, con todos los recursos que la ley le atribuye. Sin ningún tipo de complejos. No hacerlo con sentir, ni ceder ante los que quieren destruir la unidad de España, eso sería una gran irresponsabilidad de consecuencias irreversibles y letales”.
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