Los profesionales de Quotatis recomiendan prestar atención a la luz, al espacio y a la distribución, pero un elemento determinante es el color
La decoración suele ser una tarea que se disfruta, porque la posibilidad de dar un cambio a una habitación puede conllevar sensaciones muy positivas y aportar frescura y dinamismo a una casa o al local de un negocio. Sin embargo, existen determinados consejos que se deben tener en cuenta a la hora de hacer un cambio. Esto es algo que bien saben los expertos de
Quotatis, una plataforma especializada en reformas integrales. ¿Estilo nórdico o industrial? ¿Minimalista y bohemio? La decoración interior es un sector en auge y las posibilidades de darle personalidad a una habitación son prácticamente infinitas, así como el adaptarla a los gustos del usuario. Por ello, hay determinados pasos que seguir antes de comenzar. En primer lugar, aunque parezca obvio, se debe observar y analizar el espacio, porque no se puede trabajar en una decoración sin saber las dimensiones que se ofrecen. Si se trata de una sala pequeña, es preferible escoger un tipo de mobiliario de corte más ligero, sin líneas muy marcadas. En Quotatis recomiendan "favorecer la espacialidad en contra de la saturación", de modo que la estancia se aproveche al máximo. Por otro lado están la luz y el espacio, a lo que aconsejan apostar por la claridad, en especial si se trata de una habitación pequeña. El blanco y la madera es una combinación que nunca falla, pero también se puede aportar otro tono que aporte luminosidad, como un pastel que de vida al lugar. Lo más importante es procurar no restar luz, por lo que las ventanas deben tener su espacio. Sobre la distribución es preferible colocar en primer lugar las piezas más grandes y, una vez situadas, hacer lo propio con las de menor tamaño. Así se evita saturar el espacio. El elemento estrella a tener en cuenta es el color, pues es algo que "nos afecta a diario y que influye en nuestros espacios profundamente", como apuntan en Quotatis. Por ello, lo más aconsejable es escoger una base principal neutra y añadir toques de color y detalles de diseño (sobre esto es esencial tener cuidado con los estampados, ya que pueden cansar pronto). Los tonos claros y pastel, como se ha mencionado, son positivos para espacios pequeños y para aportar luz. Mientras que los oscuros dan una sensación más moderna, aunque conlleva arriesgar y es necesario pensar y adaptar el resto de tonos del lugar. Es posible dar un toque original a la estancia con algunos más fuertes, como el verde, que transmite seguridad y calma. O el rojo, cálido y pasional, aunque también puede reflejar agresividad si se abusa de él (un efecto muy negativo si se trata de un local comercial). Por otro lado, el amarillo es un tono más liviano que refleja alegría y puede ser un buen sustituto sin perder viveza.