Consejos doy que para mí no quiero

La semana pasada durante la celebración del día de la Constitución, volvimos a escuchar un discurso a nuestro Alcalde-Presidente en el que recordó viejas reivindicaciones. En esta ocasión reseñó que “sería desleal con Ceuta y España no hacer la petición de que se atiendan sus legítimas y justificadas demandas”, también debemos recordar que de la misma forma lo hizo con sus compañeros de la Cámara Alta y horas después en el Club Siglo XXI, solicitando más dinero para Ceuta y argumentando “que no pedía la luna, sino una gota de agua en el océano de las capacidades financieras del Estado”. Seguramente la cordialidad y la educación de sus colegas de partido en el Senado propició que nadie le pidiera cuentas de lo recibido antes de requerir más. Muchos de ellos representan a provincias con municipios que igualando la población no llegan a percibir la cuarta parte de lo que gestiona nuestro Alcalde-Presidente y con resultados espectaculares, como por ejemplo Estepona (Málaga) y Gandía (Valencia).

El Alcalde de Cartagena seguro que también le diría que con una superficie treinta veces mayor, 2,6 veces más de habitantes, con puerto y 40 km de costa, percibe sin embargo 1,62 veces menos de presupuesto que Ceuta. Si lo queremos hacer de otra manera, podemos comparar los euros que corresponden a cada ciudadano de Sevilla capital: 1.670 € cada uno, con los que nos corresponde a cada ceutí donde tocamos a 4.700 €, casi tres veces más que un ciudadano de Sevilla. ¿Justifica la gestión realizada en nuestra ciudad estos datos? Es evidente que no. Resulta además totalmente desconocida para el ciudadano, que ve desaparecer el dinero público como el agua que trata de retener en la mano y a pesar de apretar los dedos con fuerza, se le escapa irremisiblemente.

Esta administración dispone de un presupuesto más que aceptable y lo gasta sin que sepamos los objetivos que persigue ni los planes para conseguirlos en esta legislatura. Aparecen de la nada gastos como el cambio de semáforos del que se niegan a facilitar la información de cuanto ha costado, quién es el autor del informe de necesidad preceptivo y el consejero que lo ha firmado, seguramente porque no existía necesidad alguna de cambiarlos, así como una larga lista cuyas acciones ocasionan importantes despilfarros que son totalmente prescindibles, olvidando inversiones realmente necesarias. También podía expresar las necesidades y exigencias de Ceuta al Gobierno de la Nación, porque si solo las hace ante el foro asistente a su conferencia del Club Siglo XXI, además de resultar innecesarias, podía haberla convocado en esta ciudad y seguramente hubiese supuesto un importante ahorro al erario público.

Sería muy deseable y sano que quien recibe la petición de recibir más dinero, le hiciera dos sencillas preguntas: ¿qué ha hecho con el ya recibido? y ¿qué quiere hacer con el que pide? Porque no vemos disminuir el paro, no bajan los alquileres, no se construyen viviendas a pesar de disponer de terrenos para ello, no se construye residencias para estudiantes y médicos llegados a nuestra ciudad, no se abre la frontera comercial ni se abrirá a pesar de la visita del ministro de asuntos exteriores a Marruecos, no dejan de cerrar negocios sin que se abran nuevos que no sean del “clan”, ni se avanza en proporcionar los medios necesarios para el definido como pilar del futuro, el turismo, ni tan siquiera se solicita la necesaria modificación de algunas leyes, ni se llevan a cabo los acuerdos firmados con CCAA o CFSE que quedan en el ostracismo como el cuartel de la PN, con más de 10 años desde que se firmó y seguimos a la espera. En definitiva, es un gobierno totalmente paralizado que lo único que hace es gastar y repartir subvenciones que nos resulta muy caro de mantener para lo que se puede esperar de él, sobre todo después de la indecente auto-subida salarial del 46%.

Sería muy grato, que en la próxima ocasión, antes de mendigar más dinero atendiera a las dos preguntas antes formuladas y frente al permanente discurso cargado de hipocresía y promesas que el tiempo se encarga de poner en evidencia, se comprometa en su próxima conferencia o disertación, a ofrecer razones, objetivos y proyectos, en lugar de invocar constantemente a la españolidad, extraterritorialidad y especiales circunstancias de Ceuta, realizando un discurso cargado de palabras grandilocuentes en lugar de exponer una diáfana y veraz gestión de lo realizado con el dinero recibido, acompañándolo de un esperanzador proyecto de futuro que hasta el momento ha sido incapaz de presentar. Finalmente, cuando incluye en su discurso la necesidad de no confundir la lealtad con sumisión, tiene nuestro Alcalde-Presidente mucho que aprender, sobre todo del primer concepto al que alude.