Confrontación entre frases de la calle y las de los plenos de Gobierno

A mi siempre me ha gustado andar los las calles de forma anónima e indiferenciada, deseando que nadie se de cuenta de mi existencia y disfrutar observando a los demás.

Esto me ha enriquecido extraordinariamente en mis pensamientos y reflexiones....siempre robadas a quienes saben más. Y por ello quiero hacer partícipes de algunas que guardo en mi cabeza a quienes lean estas líneas de algunas de ellas, para animarles a que paseen por las calles atentos a lo que ven y escuchan, creo que es algo muy importante para la persona.
Y desde luego muchas veces son sorprendentes las ideas que emanan de las conversaciones que emanan en la calle y entre los nuestros, si uno va con las alertas del cuerpo abiertas, es decir... ¡Las orejas! Y aunque algunas de ellas son jocosas, ya que hablan de las pequeñas cosas, hay otras que son magnificas en su reflexión y sabiduría. Por ello no quiero olvidar muchas de ellas, porque... aunque no lo parezcan son interesantísimas y dignas de recordar y meditar. Por ello voy a exponer algunas de ellas que me han servido...bien para reír, bien para meditar o bien para llorar. Sin duda no son sentencias profusas, difusas y confusas, como las que muchas personas pagadas de si mismas (es decir...políticos), nos tienen acostumbrados, pero si que sirven para reflexionar y vivir de otra manera.
Por ello, empiezo con algunas de ellas, aunque tengo muchísimas y espero tener muchas más.
Y empiezo por las jocosas...
Oye...? Pregunta alguien, estando yo delante, al encargado del horno crematorio...¿Cuándo se quema el cuerpo... chilla alguno?. Increíble... pero esa fue la pregunta de alguien reflexivo y preocupado de su propia muerte...Hasta aquí la sorprendente pregunta.... pero lo peor fue la contestación del encargado del crematorio, quien de forma tranquila y segura contesto....¡No...no les da tiempo!...y Luego siguieron tan tranquilos hablando del tiempo...
Ya estoy en casa con mi esposa, en la cocina. Ella... intentando sacar un centollo de la maldita bolsa de plástico verde en la que nuestros vendedores de pescado - Por cierto tan reciclajes como las de los afamados centros comerciales y que además son gratis – Y en un determinado momento y ante la dificultad de sacarlo de la bolsa, ya que sus patas en aguja se clavaban en el plástico, dice de forma tranquilizadora...
Tranquilo...no quiero hacerte daño...solo te voy a cocer en agua hirviendo!...Sorprendente...y yo me imaginaba que pensaría este pobre bicho ante tanta bondad...¡Yo...no quiero saberlos!...¡Pero que humanidad y buenos sentimientos!....¡¿Quién no se enternecería ante tales palabras e intenciones?....¡Pobre bicho... Que bien supo al paladar!.
Luego las hay más interesantes y profundas como....
Era otro tiempo, haciendo el camino de Santiago, en primavera y estando en la población de Puente de la Reina, dos mujeres no mayores iban hablando delante de mí. Yo simplemente paseaba. De pronto escuche a una de ellas... ¡Hay que tener cuidado con las palabras....porque algún día puede que te obliguen a cumplirlas! Increíble, que profundidad de expresión y de contenido....todavía y siempre que hablo, pienso en esa amenaza que la gente de la calle me enseño.
Dos señores de avanzada edad, hablaban entre ellos, cuando caminaban por la Quinta – Un precioso parque de la ciudad de Burgos- ¡Lo importante es llegar una edad avanzada....y luego caer rápido! Todavía resuenan esas palabras en mi cabeza. ¡Que lección de vida y realidad!
Otra vez...esto era en Torrevieja, dos mujeres mayores hablaban y andaban tras de mi...y escuche a una de ellas... ¡Y aguante toda la vida...no por nada...sino porque pensé que era lo que se debía hacer!...Todavía me maravilla la profundidad de estas palabras... ¿Cuantas veces podríamos aplicarlas a nosotros mismos?
Y para terminar... la ultima frase que recuerdo en nuestra ciudad...Fue en una sesión plenaria donde aprobaron una decisión importante para los ciudadanos y que decía... ¡Todos los contratos a partir de 500 euros serán publicitados....! ¡Jeje...Je!...con ella se paraba la actividad administrativa de la ciudad. Y fue tan torpe la decisión que poco después se cambio...aunque eso sí desde el consejo de gobierno, no por el pleno como debía haber sido. Pero para eso son más los que mandan que los que opinan. ¡Jo.jo...jo...esto es la democracia de nuestra casa!. Y que diferencia de sabiduría con las frases de la calle.
Y de la contaminación de nuestras calles y costas, o de otras decisiones municipales, ya ni hablo....