El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio en el que se acusa al llamado Y.E.B. de delito contra la seguridad vial bajo los efectos de bebidas alcohólicas, otro por negarse a realizar la prueba de alcoholemia, uno más por atentado y otro leve de lesiones.
Por los tres primeros delitos, Fiscalía le pide una pena de cuatro años y 6 meses de prisión, así como tres meses de multa a razón de 10 euros diarios por el delito leve de lesiones. Además, el Ministerio Público, en caso de que se dicte una sentencia condenatoria, se opuso a la suspensión de la pena al contar con antecedentes penales de la misma índole.
La Defensa, por su parte, pidió una sentencia absolutoria ya que a su juicio su representado no cometió los delitos por los que se le acusa.
Los múltiples agentes de la Policía Nacional que han testificado han seguido todos una misma línea y han señalado que el 8 de marzo de este mismo, sobre las 03:00 horas, se encontraban realizando un control de vehículos en Gonzáles Tablas, metros más arriba de la gasolinera que hay en el lugar.
Que estando en la citada vía, vieron cómo el acusado iba “a gran velocidad” y adelantó a un camión de Trace por la derecha, “teniendo que frenar en seco” tras ser detenido en el control.
Los agentes han explicado que tras pedirle la documentación y “negarse a ello” vieron que tenía síntomas compatibles a que conducía bajo los efectos del alcohol. “Era visible pero más se confirmó cuando encontramos varias latas de cervezas dentro del vehículo”.
Una vez interceptado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y ante los evidentes síntomas de embriaguez que presentaba, los agentes indicaron que se le informó de la necesidad de ser trasladado a dependencias de la Jefatura de la Policía Local para la realización de las pruebas de alcoholemia reglamentariamente establecidas. “En ese momento se volvió más agresivo, se negó a ser introducido en el vehículo y acometió contra un compañero que cayó al suelo”.
Por eso, los agentes decidieron reducirle y detenerlo. A preguntas de la Defensa de por qué el acusado presentó lesiones, los policías han señalado que todo se debió a que a la hora de la detención opuso resistencia.
En ese instante, y debido a la cercanía con la Jefatura de la Policía Local, decidieron llevarlo andando hasta esas dependencias. Los agentes han insistido en que se negó “en rotundidad” a realizarse las pruebas.
Esa versión fue rechazada por el acusado, que se limitó a negar las preguntas de la Fiscalía y a señalar que fue “agredido” por los agentes de la Policía Nacional “sin motivo alguno”.
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