La Audiencia ha acogido este martes el juicio seguido contra los dos legionarios, ambos con cargo de sargento primero y naturales de San Sebastián, que estuvieron relacionados con el disparo que hirió gravemente, en octubre de 2016, a Hicham Mohamed, en las inmediaciones de la Jefatura Superior de Policía. Una conformidad entre las partes previa a esa celebración selló judicialmente este asunto, que causó un gran impacto mediático ya que la víctima estuvo a punto de morir. De hecho Hicham Mohamed arrastra importantes secuelas físicas tras lo sucedido.
El autor del disparo, J.A.A., ha reconocido los hechos ante el tribunal de la Sección VI de la Audiencia aceptando una pena de 6 meses por un delito de amenazas y otros dos años y 4 meses por un delito de lesiones con instrumento peligroso, pena notablemente reducida respecto de la principal acusación por homicidio en grado tentativa y amenazas por los que el Ministerio Fiscal solicitó, en su calificación inicial, hasta 11 años de cárcel.
El otro sargento primero de la Legión acusado de encubrimiento, O.R.P., ha sido condenado a una multa de 180 euros por maltrato de obra y a 6 meses de prisión por encubrimiento, ya que calló la comisión del delito de su compañero e incluso marchó con él de maniobras militares a Almería sin denunciar lo sucedido.
En la pena se contempla una indemnización de 111.000 euros que tendrá que pagar el autor del disparo a Hicham, que fue asumida en su integridad al ser responsable de los hechos. Este acusado permanecerá en prisión el resto de la condena porque la Sala decidió que no cabía suspensión alguna, a pesar de haber sido solicitada por la Defensa.
Lleva cumplidos dos años entre rejas, por lo que queda por cumplir los diez meses restantes. Fue de hecho conducido por la Policía, esposado, de nuevo a la prisión.
A ambos condenados se les ha impuesto una orden de alejamiento respecto de la víctima durante algo más de 3 años, a lo que se añade la imposibilidad de residir en Ceuta ese mismo periodo de tiempo. Según fuentes judiciales consultadas por este periódico, al no haber habido condenas superiores a los tres años y no existir antecedentes previos, ambos militares no perderían su uniforme.
La conformidad entre las partes ha puesto este martes el punto y final a este suceso de gran impacto mediático que fue atribuido a un “mal beber”, como diría a los periodistas el jefe superior del CNP, Alfonso Sánchez, como motivo de la acción de los acusados.
Su detención fue posible gracias a la colaboración ciudadana y a una buena investigación de la UDYCO en la que se denominó Operación Mercado. Los agentes detuvieron a los dos militares en Almería a donde habían huido camuflándose en la realización de maniobras.
Eso fue el punto y final de una complicada investigación marcada por la presión social ya que mientras los agentes hacían su trabajo, Hicham se debatía entre la vida y la muerte.
Por la Jefatura Superior pasaron gran cantidad de agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil, concretamente de unidades como la UIP y GRS, porque desde el primer momento los testigos manifestaron que los implicados tenían aspecto de ser profesionales de Fuerzas Armadas o de Seguridad y acento de ser oriundos de fuera de Ceuta. Las investigaciones se fueron centrando en los desplazados a la ciudad, descartándose a todos ellos ya que los testigos no los reconocían.
De ahí el cerco se estrechó al ámbito militar, llegando hasta los sospechosos y confirmando que habían abandonado Ceuta para ir a Viator (Almería). Las cámaras de seguridad de un establecimiento sirvieron además para situar a los dos implicados en el lugar de los hechos. Ambos fueron reconocidos, encontrándose además el arma empleada.
Con el traslado de la pareja a Ceuta se pudo calmar a una sociedad crispada por cómo se había producido este suceso y, sobre todo, por la crueldad que lo rodeó, generándose un importante clima de inseguridad ciudadana.
La reconstrucción del caso sentenciado este martes comenzó a escribirse en octubre de 2016, cuando los dos condenados habían salido a comer en un día que no tuvo punto y final, ya que siguieron con una cena y el suceso final, en la zona conocida como Curva del Plátano.
Ambos se aproximaron a un grupo de chavales, llegando O.R.P. a agarrar a uno de ellos, diciéndole: “Tú no te vas, te quedas aquí conmigo, vente que te vas a enterar de lo que te voy a hacer, hemos venido a reventar Ceuta”, dijo. Hicham, víctima de los hechos, intercedió en ayuda de los chavales recibiendo un disparo en el estómago que a punto estuvo de terminar con su vida. El disparo fue el segundo ya que antes, otro, no le alcanzó impactando en el asfalto.
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