A seis meses de prisión, multa de 90 euros y sendas indemnizaciones de 840 y 560 euros, en total 1.400, por las lesiones causadas, se han conformado los subsaharianos A.S.N., J.F., y Y.I., por un delito de atentado y lesiones leves contra agentes de la Guardia Civil, durante un salto multitudinario a la valla fronteriza.
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 dictó auto de busca y captura contra un cuarto acusado, Y.S., al no comparecer en la vista oral a la que había sido citado.
Los hechos transcurrieron el 10 de septiembre de 2016 durante un salto masivo a la valla que comenzó a prepararse sobre las 6.00 horas. Un grupo de alrededor de 200 inmigrantes intentaba el paso a nuestra ciudad por el perímetro, después de que el refuerzo policial en la zona de Beliones hiciera cambiar la ruta de escape de los subsaharianos hacia un lugar más accesible para entrar en territorio nacional.
Los inmigrantes se acercaron hasta las vallas frente a Finca Berrocal, más de seis metros de altura a superar para este grupo de personas, entre los que se encontraban numerosos adolescentes.
A las 7.00 horas dieron comienzo las carreras para alcanzar el último paso antes de entrar en España. Aunque las fuerzas marroquíes lograron, en principio, frenar el intento de unas 30 personas, el resto continuó a la carrera, llegando a forzar una de las puertas ubicada entre las vallas y utilizada para las devoluciones.
Así lograron entrar en el espacio entre vallas, trepando este escollo y quedando encaramados un total de 65 hombres.
En esta ocasión, además de agentes de la Benemérita se organizó un dispositivo integrado por otras fuerzas de seguridad, desde el Cuerpo Nacional de Policía, hasta la Policía Local e incluso integrantes de la Autoridad Portuaria y Parque Móvil, mientras por mar el Servicio Marítimo realizaba tareas de vigilancia.
Mientras algunos de los inmigrantes continuaron encaramados en la valla coronada de concertinas, otros permanecieron heridos en el suelo, sin poder escalar, mientras que otro grupo, unos 60 esperaba frente a la Finca Berrocal y el resto, alrededor de 85 personas, se mantenían dispersos y alejados unos metros.
La mayoría presentaba un lamentable estado, con ropas destrozadas por la dureza del camino, otros llevaban puestos hasta tres pantalones que les sirviera para protegerse de las concertinas.
A unos metros de este escenario, se concentraron varios compatriotas residentes en el CETI, tras tener noticias de la llegada. Mientras continuaban los gritos de ayuda, un nuevo grupo llegó a la carrera desde la parte superior del vallado para unirse al otro. Las fuerzas marroquíes los pararon, convirtiéndose así en los primeros que, en torno a las 10.30 horas, fueron devueltos a Marruecos.
Comenzó así la devolución del resto del grupo que fue entregado a las fuerzas marroquíes, mientras que las grúas del Parque Móvil sirvió a los GRS de la Guardia Civil para ejecutar las devoluciones en caliente. Mientras algunos jóvenes opusieron resistencia, otros se entregaron e incluso se dio el caso del que se dejó caer. Solo cinco heridos fueron trasladados al Hospital Universitario, los únicos que lograron entrar en España esa mañana.
Algunos de los inmigrantes fueron golpeados violentamente por las fuerzas marroquíes, incluso en el espacio entre vallas, pese a encontrarse ya exhaustos en el suelo.
Todos estos hechos crisparon los ánimos de algunos de los internos del CETI quienes, al ser testigos del rechazo de sus compañeros, lanzaron piedras a la Guardia Civil, con el resultado de dos agentes heridos. Ayer fueron juzgados tres de los cuatro implicados en estos hechos, aunque no deberán cumplir la pena privativa de libertad, al haberse sustituido por dos años de responsabilidad personal subsidiaria.