El tribunal de la Sección VI de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado al marroquí H.R. a 6 años de prisión como autor de un delito de
agresión sexual a una menor de edad,
cometido en noviembre de 2018 en la barriada O’Donnell. Además se le imponen otros seis años de libertad vigilada, una pena que tendrá que ser ejecutada con posterioridad a la privativa de libertad, según el fallo al que ha tenido acceso El Faro de Ceuta.
Igualmente, se le impone la prohibición de aproximarse a menos de 100 metros de la víctima en cualquier lugar donde se encuentre, así como acercarse a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro que sea frecuentado por ella y de comunicarse con la misma por cualquier medio durante 16 años.
El acusado ha sido condenado además por un delito leve de lesiones ya definido a una pena de un mes de multa con una cuota diaria de 5 euros. El llamado H.R. tendrá que abonar a la perjudicada 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil así como se le condena al abono de las costas procesales que no incluirán las de la acusación particular. El tribunal ha acordado el cumplimiento íntegro de la pena que sólo será sustituida por la expulsión cuando el penado alcance el tercer grado o la libertad condicional. La sentencia, que no es firme, puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla.
La vista oral por estos hechos tuvo lugar a puerta cerrada el pasado mes de abril. Fiscalía pidió que se impusiera al acusado una pena de 7 años y medio de prisión, así como otro periodo de libertad vigilada de otros 7 años al considerar que los hechos habían quedado suficientemente probados, tomando como base la declaración de la propia víctima y de una testigo. Por el contrario, el acusado no pudo aportar ningún dato que pudiera servirle de amparo ya que
ni siquiera recordaba los hechos porque, dijo, estaba borracho. Ese día abordó a la menor cuando acudía a clases particulares. La agarró fuertemente del brazo y la empujó contra la pared, inmovilizándola para, a continuación, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, practicarle tocamientos en distintas partes del cuerpo. La víctima comenzó a gritar y el acusado le agarró fuertemente para taparle la boca y continuar con su acción. Gracias a la rápida intervención de vecinos se pudo retener al implicado hasta la llegada de la Policía.