Al
vecino de Ceuta M.J. le dio un derrame cerebral el 30 de julio de 2023. De urgencia le operaron en agosto. Ahora se ha convertido en una especie de víctima de las competencias
sanitarias, en una particular pelota que pasa de lado a lado sin que nadie asuma la responsabilidad para que se le dispense el tratamiento que necesita. Su periplo sanitario comenzó precisamente tras sufrir ese derrame. Este padre de familia recibía tratamiento de sintrom desde junio de 2020 hasta que sufrió un trombo en uno de los brazos. Luego llegaría el derrame y la constatación de que no podía seguir tomando esa medicación por los riesgos que podía generarle. La alternativa que se la ha ofrecido es pincharse a diario heparina, que es lo que ahora hace aun existiendo un medicamento alternativo llamado Lixiana, financiado por la Seguridad Social, indicado para la prevención del ictus y de la embolia sistémica en pacientes adultos.
Los vulnerables al margen de la sociedad
M.J. es padre de familia numerosa, desempleado y con ingresos insuficientes. Pasa a ser uno de esos vulnerables que aun debiendo beneficiarse de esa sanidad pública que camina resquebrajada se convierte en un invisible, en víctima de una absoluta indiferencia. Ante la negativa a dársele este tratamiento, optó por dirigirse al Ministerio de Sanidad para exponer su caso, recibiendo una respuesta cuanto menos incongruente: “La competencia en la gestión de la asistencia sanitaria corresponde a las comunidades autónomas”, le dijeron. En el ámbito local se insiste en que es algo competencia de
Ingesa. M.J. lamenta la indiferencia hacia “nuestra sociedad vulnerable” denunciando que parece existir un desvío forzado a la sanidad privada. No entiende cómo se le condena a tener que pincharse a diario pudiendo recibir un tratamiento que, aunque costoso, le haría la vida más sencilla. “Pago mis impuestos, he trabajado cuanto he podido…”, resalta. M.J., que es un ejemplo de las quejas ciudadanas por retrasos en citas médicas y dispensas de medicaciones que ha llevado a que la población salga a la calle constituyendo una
plataforma ciudadana de protestas.