El tribunal de la Sección VI de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado al llamado P.V.V. y absuelto al identificado como Y.A.H. por un delito contra la salud pública cometido en febrero de 2021. En esta misma causa hay una tercera persona investigada, que ha asistido a la vista judicial señalada este miércoles a pesar de estar perfectamente citado, por lo que ha sido puesto en busca y captura.
Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron en febrero del año pasado. Concretamente el 13 de ese mes, sobre las 13:00 horas, la
Guardia Civil detectó una embarcación sospechosa aproximadamente a una milla de la
barriada de Juan XXIII. Transportaban
8 fardos de hachís ocultos en petacas que, tras su análisis, arrojaron un peso neto de 213.458,8 gramos, con un índice de THC de 24,38% y con un valor de mercado de 418.645, 65 euros. La droga la habían adquirido en el mercado ilícito de común acuerdo para destinarla a la venta o la donación de terceras personas.
Fingieron ser pescadores cuando los vio la Guardia Civil, incluso sacando una caña de pescar pero no lograron engañar a los agentes que procedieron a registrarlos.
Reconocimiento y una busca y captura
Tras el reconocimiento de los hechos por parte de P.V.V., la Audiencia ha dictado sentencia in voce condenándole a la pena de 4 años y 6 meses de prisión, así como al pago de dos multas de 418.645, 65 euros con 3 días de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. El acusado vino conducido desde la prisión, lugar en el que se encuentra desde el día de los hechos. Ese reconocimiento le ha servido para que Fiscalía cambiara su escrito inicial en el que le solicitaba 6 años de cárcel. Sin embargo, Y.A.H., propietario de la embarcación, ha quedado absuelto ya que dejó su barco a la persona que se encuentra en busca y captura para salir de pesca y ha acreditado que en ningún momento sabía que la emplearía para realizar esta actividad ilícita. Una versión a la que se le ha dado credibilidad, por lo que el Ministerio Fiscal retiró la acusación que pesaba contra él. El ahora condenado ha reconocido que pensaba vender o destinar a terceras personas esa droga. Los acusados no opusieron resistencia alguna cuando fueron interceptados por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.