Solo queda detenerlo. Cuando los policías den con él terminará respondiendo no solo de los delitos que tiene a sus espaldas sino también de la condena que le ha impuesto la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta. El llamado N.E.M., conocido ladrón por su historial, deberá cumplir una pena de 1 año y 1 día de prisión sin que quepa aplicar el beneficio de la suspensión.
Así se recoge en la sentencia a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro de Ceuta, en la que además se añade el pago de 420 euros por el dinero del que se apropió y otros 201 euros por el resto de efectos.
Queda probado que en agosto del año pasado accedió a un establecimiento ubicado en pleno centro para apoderarse de la riñonera que su dueño acababa de colocar encima del mostrador, aprovechando que abría sus puertas. Escapó del lugar con todo lo que tenía la bolsa dentro: pertenencias personales y dinero que no ha recuperado.
Gracias a las cámaras de las que dispone este local, se pudo apreciar perfectamente al acusado cómo aparecía entrando en el local y adueñándose de la riñonera. Con gorra y gafas para intentar pasar desapercibido no pudo burlar la capacidad de identificación porque por sus características se podía verificar que era él.
Y es que este caco es muy conocido por la Policía, es un habitual de los hurtos y así se confirmó en el acto del juicio oral. En sentencia se valora precisamente cómo N.E.M. es conocido por actuaciones anteriores, amén de que tiene varias requisitorias en vigor. Los policías son capaces de saber que es él por su propia fisionomía y hasta por sus andares.
Por su "santa madre" que no lo había hecho
Precisamente en diciembre del año pasado fue juzgado por robo en una tienda de la calle Jáudenes y llegó a jurar por su “santa madre” que no lo había hecho. Terminó condenado, como ahora.
La grabación y la declaración de un policía, sumados a la manifestación del perjudicado, son suficientes como para fundamentar la condena. El implicado ni siquiera fue a juicio para poder ofrecer otra versión. De haber ido se le habría detenido al tener otros asuntos pendientes con la Policía y la justicia.
Condenado por un delito de hurto se le impone una pena mayor precisamente por las características del autor. Sus antecedentes penales -siete, uno de ellos por homicidio y varios delitos contra el patrimonio- ponen de manifiesto la necesidad de imponer la pena en su extensión intermedia dado el “escaso efectivo preventivo y represivo de las anteriores condenas”.