El acusado generó una deuda de 1.384 euros durante los dos años que empleó la tarjeta
Tres meses de prisión, que no deberá cumplir al haberse sustituido por el pago de 360 euros, además de otros 90, un total de 450, por dos delitos de falsedad documental y uno de estafa, es la sentencia impuesta ayer por los magistrados de la Audiencia Provincial a F.M.M., cuando intentó obtener un beneficio ilícito de 1.384 euros en perjuicio de un familiar. Los hechos se remontan al mes de diciembre de 2011, fecha en que el acusado se hizo con la documentación de su tío: varias nóminas y su documento nacional de identidad, haciéndole creer que serían empleados para la adquisición de un ciclomotor. Sin embargo, el acusado utilizó dichos documentos para concertar, en nombre de su familiar, una tarjeta VISA, cuyo contrato formalizó el 5 de diciembre de 2011, en las que hizo constar algunos de sus datos personales, como dirección, teléfono y número de cuenta bancaria, apareciendo como titular de la tarjeta de crédito su tío, simulando ser él quien contrataba este producto y firmando sin su autorización. Una vez que la tarjeta de crédito obtenida de forma fraudulenta llegó a su poder, el acusado hizo uso de la misma desde diciembre de 2011 al mismo mes, pero de 2013, generando al banco una deuda de 1.384 euros que el acusado no abonó, lo que perjudicó a su familiar, ya que el banco le reclamó el pago de dicha deuda. El acusado, que se conformó con la pena solicitada por el Ministerio Fiscal, ya ha indemnizado al perjudicado.