Categorías: Opinión

Conclusiones erróneas de premisas inaceptables

En algún sitio he leído que los sesenta indios de Ceuta fueron trasladados a un CETI de la Península en donde estuvieron los sesenta días preceptivos, y en vez de ser expulsados, al cabo de esos sesenta días, la Cruz Roja se hizo cargo de ellos, alojándolos en un piso tutelado y manteniéndolos, a mesa y mantel, durante un tiempo, para, finalmente, ponerlos en la jodida calle para que se buscarán la vida. Vida que han ido a buscar, cómo no, al castizo barrio madrileño, degradado por los inmigrantes, de Lavapiés. En la noticia se añadía que como la crisis económica había hecho mella en los trabajos, estos indios se buscarían la vida en ‘trabajitos’ en restaurantes indios y similares. Una auténtica broma. No hay duda: estamos acogiendo toda la miseria no sólo de los países de los alrededores, sino que ya vienen hasta de la lejana Asia. Nuestra fama de ‘gilipollas’ ha llegado hasta el confín asiático.
Respecto de estos inmigrantes indios se ha llegado a decir y escribir que como no han causado problemas y han sido buenos durante su estancia en Ceuta y han sido serviciales y todo el mundo los quiere, pues se han hecho acreedores a que sean acogidos y no expulsados. Y como los cameruneses de los cartones armaron grandes disturbios pues a esos no se les ha acogido, sino que se les ha expulsado. Primero de todo, a esos cameruneses nadie los ha expulsado, se han evaporado, han desaparecido, con ayuda o si ayuda, pero se han volatilizado, se han quedado en España por las buenas o por las malas, en otras palabras, por ‘cojones’. Segundo, se ha sentado, vergonzosamente, una premisa inaceptable –la de que han sido buenos–, por tanto la conclusión es errónea. Así: si eres bueno, te quedas; si la jodes y das problemas, te expulsamos. Te expulsamos si podemos, claro. ‘Buenismo’ puro y duro.
Pues bien, esa es la ley chapucera con la que nos regimos para manejarnos en ese proceloso mundo de la inmigración ilegal. Cuando la premisa debería ser la de que si entras ilegalmente no tienes futuro en este país. Antes o después se te expulsará, seas quien seas y vengas de donde vengas.
Europa se desliza lentamente, pero sin pausa por el despeñadero de la inmigración ilegal.  La inmigración ilegal acabará convirtiendo el viejo continente en una suerte de guetos en los que las leyes de cada país se quedarán a las puertas de los mismos. Sobre todo, guetos árabo-islámicos. Claro que para nuestra propia destrucción interior –implosión– contamos los europeos con la ayuda inestimable de unos políticos sin pudor asentados en los entresijos de la UE, que viven a cuerpo de rey, trabajando de martes a jueves en los diferentes organismos europeos y volando a sus países en clase especial con dietas y sueldos que ya querríamos cualquiera de nosotros. Políticos a los que les importa un bledo que Europa se llene de inmigrantes ilegales africanos, asiáticos y latinoamericanos, pues ellos y sus familias se hallan a cubierto de esa miseria que nos invade lenta, pero segura.
Ya se sabe: se ha puesto en circulación la máxima ‘gobelsiana’ de repetir muchas veces una mentira para que termine imponiéndose como verdad. ¿Cuál es? Pues que la sociedad de acogida es muy mala y los inmigrantes son muy buenos. Así, de este modo, se hacen hasta películas que luego se proyectan y que les comen el coco al personal.
Ha sucedido aquí en Ceuta. Películas en las que no sabemos lo que sucede con los protagonistas más allá del final, como cuando antes de la palabra FIN el muchachito besa a la muchachita, ¿y después qué? También que los europeos tenemos la culpa de las miserias de todos los desarrapados de cualquier país tercermundista por aquello de la colonización, que ha desaparecido hace ya más de sesenta años. Al menos, que todos tengamos la culpa de todo. Que esos inmigrantes no busquen culpables de su derrota y marginación histórica fuera de sus países. Piense, amable lector, en esos países africanos y asiáticos sumidos en la miseria y desesperación por culpa de sus dirigentes infames.
Por si lo ha olvidado, amable lector, si un inmigrante atraviesa ilegalmente nuestras fronteras, obtiene inmediatamente lo siguiente –leído en la Red–: certificado de empadronamiento;  trabajo y, en su caso, subsidio de paro; tarjeta de la Seguridad Social; colegio gratuito para sus hijos; un montón de políticos, instituciones y medios de comunicación que le protegerán, incluso más que a los españoles; el derecho a enarbolar la bandera de su país cuando se manifieste para protestar porque no se le respeta  suficientemente; derecho a utilizar los símbolos y normas de su religión, mientras ataca los utilizados por la mayoría de los españoles; derecho a delinquir reiteradamente sin que lo encarcelen ni lo expulsen de España y, en determinados casos, el derecho a votar. ¡Ufff!

Entradas recientes

El turno de las defensas o cómo tumbar un macrojuicio por blanqueo

Es el momento de buscar los resquicios de los procedimientos judiciales. Las grietas, si es…

01/10/2024

El presidente de Ceuta felicita el Año Nuevo Judío

El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, ha enviado un mensaje de…

01/10/2024

Las autoescuelas se quedan sin pista a partir del 25 de octubre

A partir del 25 de octubre no habrá pista para las autoescuelas en Ceuta. Se ha…

01/10/2024

Las Escuelas Chupetines y Fútbol 8 empiezan un nuevo curso en el 'Emilio Cózar'

Las Escuelas Deportivas de la Real Federación de Fútbol de Ceuta se pusieron en marcha…

01/10/2024

El Foso Ceuta busca jugadoras para crear un equipo de fútbol sala

El Foso Ceuta quiere seguir creciendo a nivel deportivo este año. Y desde el club…

01/10/2024

Alerta de estafa 'phishing' con correos falsos de la Ciudad

Varios adjudicatarios de contratos de la Ciudad Autónoma de Ceuta han recibido correos falsos solicitando…

01/10/2024