Música como la que anoche ofrecieron en el Teatro Auditorio del Revellín, durante el tradicional Concierto de Navidad, alumnos del Conservatorio de Música de la ciudad, sirve, más allá de para algo tan mundano como pasar el tiempo, para arropar a cada persona, para hacerla feliz por sentirse en la buena compañía que siempre brindan los grandes clásicos de este noble arte.
Porque a lo largo de cerca de la hora y media en la que se extendió, los asistentes que acudieron al teatro pudieron disfrutar con un programa perfectamente seleccionado por los maestros e interpretado a las mil maravillas por estudiantes de entre primer y quinto curso de las diferentes disciplinas que se estudian en el Conservatorio ceutí, como piano, guitarra, violín, saxofón o flauta.
De tal manera, en el programa del recital con que profesores y alumnos deleitaron al público, se recogían piezas de gran calado emocional y que cada invierno suenan en nuestras casas, calles, bares, y repican en la cabeza de todos. El concierto se abrió con el villancico tradicional God rest you merry, gentlemen y Hark! The herald angels sings, de Mendelssonhn, interpretado por los estudiantes de la Orquesta de Cuerda de 3º y 4º de enseñanza elemental, el coro de 4ª de enseñanza elemental y el del Aula Musical de Adultos.
Todos ellos bajo la batuta de Eunice Blanco y acompañados al piano por Javier Marfil y Laura Riveiro en la dirección coral. La Orquesta Profesional del Conservatorio, dirigida por el director del centro, Germán Bonitch, los remplazó sobre el escenario para interpretar Exodus y Gesu Bambino. Así, entre tema y tema, el concierto fue llegando a su fin, aunque no del todo puesto que, a tenor de lo escuchado, esas piezas seguirán vivas en nuestra memoria durante las fechas navideñas.