Cómo protegernos ante un exceso de calor

La Consejería de Sanidad, Consumo y Menores activa todos los veranos, desde el año 2003, un plan para prevenir los efectos del exceso de calor sobre la salud, con el objetivo principal de reducir las patologías y la mortalidad asociadas al exceso de calor.

El Plan presenta como objetivo específico conocer cómo afecta el exceso de calor en nuestra Ciudad, mediante el conocimiento de las asistencias sanitarias que provoca y los grupos de población más susceptibles a sus efectos, y conociendo de manera anticipada las temperaturas esperadas para nuestra Ciudad y así poder adelantarnos a sus efectos y alertar a la población.
Es un plan preventivo, en el que desde el día 1 de Junio hasta el 30 de Septiembre, la Consejería de Sanidad, Consumo y Menores informa a diferentes organismos de la Ciudad, tanto del ámbito social como del sanitario, con antelación suficiente para que, en caso de ola de calor, se puedan adoptar las medidas de protección adecuadas, minimizando así el riesgo de padecer patologías asociadas a un exceso de calor.
Algunos de los lugares que reciben esta información, son por ejemplo el Centro de Servicios Sociales de la Ciudad Autónoma, el Servicio de Ayuda a Domicilio, el CETI, la Asamblea de la Cruz Roja Española, Protección Civil, Jefatura de Asistencia Sanitaria de la Comandancia General, Dirección Territorial de INGESA, Dirección de Atención Primaria y la Gerencia de Área del INGESA, el Hospital Universitario de Ceuta, el Gabinete de Prensa de la Ciudad, la Residencia de Mayores Nuestra Señora de África, entre otros lugares.
Para considerar a nuestra Ciudad bajo los efectos de una ola de calor, el Plan Nacional de Acciones Preventivas contra los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, considera que las temperaturas umbrales que se deben superar son 34ºC como temperatura máxima y 23,2 ºC como temperatura mínima.
Si no se adoptan las medidas necesarias, el calor puede ser peligroso para la salud y en ocasiones tener efectos fatales, sobre todo para algunos grupos de riesgo como son:
1.- Por razón de edad: las personas mayores de 65 años y los menores de 4 años
2.- Por razón de enfermedad: las personas que sufre enfermedades crónicas como por ejemplo: Enfermedades cardio-vasculares (hipertensión); Enfermedades respiratorias (bronquitis y asma); Enfermedades neuro-psiquiátricas (demencia); Enfermedades metabólicas (diabetes); Enfermedades renales (insuficiencia renal); Obesidad ; Personas bajo ciertos tratamientos; Personas que consumen alcohol y otras drogas
3.- Por otras razones: Personas con dificultades en la adaptación al calor; Personas con trastornos de la memoria, la comprensión, la orientación y la autonomía; Personas que viven solas, o en condiciones socio-económicas desfavorecidas; Personas que residen en viviendas mal acondicionadas para soportar el calor ; Trabajo, deporte y ocio a la intemperie; Problemas de contaminación ambiental.
Ante una situación de exceso de calor, sobre todo si es prolongada, nos podemos encontrar con tres cuadros clínicos progresivos graves: los calambres por calor, el agotamiento o colapso por calor y el golpe de calor o insolación.

Recomendaciones básicas
· Beber más líquidos aunque no se tenga sed, sobre todo agua y zumos de frutas, evitando el alcohol, los líquidos con mucha cafeína o muy azucarados.
· Ofrecer líquidos a los más débiles (niños, ancianos y enfermos) y vigila como se encuentran.
· Mantener una alimentación ligera y fresca, aumentando el consumo de alimentos ricos en agua como fruta y verdura.
· Evitar el ejercicio físico o trabajos pesados expuestos a un exceso de calor, sobre todo en las horas centrales del día.
· Mantenerse en lugares frescos, a la sombra y bien aireados.
· Usar ropa ligera, transpirables y de colores claros; y protegernos la cabeza con sombreros o gorras.
· En caso de notar cualquier tipo de malestar estando expuesto a un exceso de calor, parar la actividad que se esté realizando, buscar un lugar fresco donde descansar, y en caso necesario, pedir ayuda.

1.-calambres por calor

¿Qué son?
Son contracturas musculares dolorosas que se producen durante y después del ejercicio físico intenso, con abundante sudoración y bajo temperaturas elevadas.
Afecta generalmente a los músculos de piernas, brazos y/o abdomen.
La sudoración que acompaña al ejercicio físico hace que el cuerpo pierda sales minerales y líquidos, produciéndose una deshidratación brusca.
Se suele dar más frecuentemente en personas que trabajan a la intemperie y deportistas.
¿Qué hacer?
Debemos parar la actividad física y descansar en lugar fresco y a la sombra.
Reposición hidro-electrolítica, a través de la cual reponemos el agua y las sales minerales perdidos. Estos líquidos debemos ingerirlos a una temperatura agradable, sin estar excesivamente fríos.
Si los calambres no ceden en 1 hora, debemos buscar atención médica.

2.- Agotamiento o colapso por calor

¿Qué es?
Es el síndrome por calor que con más frecuencia nos podemos encontrar.
Es una enfermedad moderadamente grave que se produce como consecuencia de una pérdida excesiva de agua y sales minerales a través del sudor.
Debemos tener mucho cuidado ya que el agotamiento puede anteceder a un "golpe de calor", el cual es mucho más grave ya que su resultado puede ser fatal, por lo que ante la presencia de síntomas que indiquen agotamiento por calor debemos actuar de inmediato.
¿Cómo reconocerlo?
Entre los síntomas más frecuentes nos podemos encontrar con los siguientes:
Sudoración copiosa.
Calambres musculares.
Cansancio, debilidad, mareos, dolor de cabeza, nauseas o vómitos, desmayo.
La piel suele estar tibia y húmeda.
El pulso del paciente es rápido y débil
La respiración se torna rápida y poco profunda.
¿Qué hacer?
Trasladar a la persona afectada a la sombra.
Rehidratación progresiva con bebidas no alcohólicas.
Enfriar a la persona (baño, ducha o baños de esponja) o, si no es posible lo anterior, buscando lugares frescos o con aire acondicionado.
Si la persona no se recupera rápidamente, o empeora, buscar atención médica.

3.- Golpe de calor (insolación)

¿Qué es?
Es un problema muy grave debido a un aumento de la temperatura de nuestro cuerpo por una exposición prolongada al sol y que puede llegar a provocar la muerte, sobre todo si no se proporciona tratamiento de urgencia.
Este aumento de la temperatura se debe a que los mecanismos de nuestro organismo que regulan la temperatura dejan de funcionar, perdiendo la capacidad de enfriar nuestro cuerpo.
¿Cómo reconocerlo?
Temperatura corporal muy elevada > 39,5ºC.
Piel roja, caliente y seca.
Pulso rápido y más fuerte de lo normal.
Dolor palpitante de cabeza, mareo, nauseas, confusión, pérdida de conocimiento.
¿Qué hacer?
Pida a alguien que solicite ayuda médica inmediata, mientras que simultáneamente se enfría al afectado lo más rápidamente posible, usando cualquier método disponible en ese momento.
Vigile la temperatura corporal
Si convulsiona evite que se lesione.
Si vomita, colóquelo de costado.