Los datos pasaron al Banco Mundial desde donde pueden ser requeridos para donar en caso de darse la compatibilidad necesaria
Pesar más de 50 kilos y tener entre 18 y 40 años, además de contar con buena salud. Son, en principio, los requisitos estipulados para ser donante de médula. Y con esta información, los responsables de la Unidad de Trasplantes de la ciudad han desarrollado una pequeña campaña de captación de donantes en el campus universitario, donde han repetido la experiencia del pasado año en la Escuela de Enfermería, en la que también captaron a potenciales donantes.
Una charla informativa y la posterior extracción de sangre son los pasos previos para incluir a estos voluntarios en el Banco Mundial de Donantes, donde pasarán a formar parte de una gran base de datos. A partir de ahí, en cualquier momento pueden ser reclamados para proceder a la donación de médula, en caso de producirse la compatibilidad con una persona. “Si sigue interesado en donar, porque pueden haber pasado años y las circunstancias de cada uno haber cambiado, el donante se trasladaría al hospital más cercano para causar las menores molestias posibles”, apunta la coordinadora de trasplantes e intensivista en la UCI del Hospital Universitario, María Luisa Centeno.
La donación de médula puede llevarse a cabo mediante dos procedimientos muy diferentes: el más habitual se realiza por el sistema de sangre periférica o transfusión, cuya duración varía entre las dos y tres horas. El segundo de los métodos, que únicamente se realiza en un 5% de los casos, consiste en una punción directa de la médula ósea. “La gente tiene miedo porque se piensa que vamos a pincharle la médula espinal, pero a nadie le pinchamos la espalda. En realidad es la espina iliaca, los huesos que tenemos en las caderas, pero por supuesto con una anestesia”.
Dos sencillos métodos que, en un determinado momento, puede salvar la vida de un paciente en casos de quimioterapia abrasiva que ha anulado las células productoras de sangre, leucemia, linfoma o sida. “Una persona asume que cuando entra en el Banco Mundial se hace donante, pero sólo llaman a uno de cada 900”, explica el hematólogo de la HUCE y miembro del Comité de Trasplantes de Ceuta, Alfonso Chacón.
Actualmente en todo el mundo hay 320 millones de donantes de médula, de los cuales 360.000 están registrados en nuestro país. En Ceuta, la cifra ascendió a 157 el pasado año, aunque en esta edición confían en superar ese número.
A pesar de estas cifras, la compatibilidad con el donante tan sólo alcanza el 25%. Es por ello que se hace tan necesario que cada vez sean más las personas que se animen a donar médula para poder salvar la vida a los demás.