Los cultivadores de cannabis legalizado en las regiones de Alhucemas, Chefchaouen y Taunat han iniciado esta semana el proceso de germinación de las semillas de cannabis importadas, conocidas como “romía”. Esta acción forma parte de los acuerdos de asociación firmados con inversionistas proveedores, en el marco de la legalización del cultivo de kif en Marruecos.
El presidente de la cooperativa “Rif BioKal” en Alhucemas, Khalid Aharshi, confirmó que el precio de las semillas se mantendrá en 150 dirhams por kilogramo, lo que equivale a unos 4 dirhams por unidad. Este precio es el mismo que se adoptó durante la temporada pasada, lo que da estabilidad a los productores en cuanto a los costos iniciales.
Según Aharshi, las semillas importadas tienen un alto rendimiento, ya que cada planta de “romía” puede producir entre 3.5 y 4 kilogramos de kif. Esta cifra contrasta con la variedad local, cuya producción no supera el kilogramo por planta.
Sin embargo, no todos los productores están tan convencidos del rendimiento de estas semillas. Farid Ahithour, presidente de la cooperativa “Tizi Ifri Coop”, expresó sus reservas, señalando que el rendimiento de la planta importada no supera los 700 gramos por planta. Además, los costos de preparación para su cultivo pueden alcanzar los 46 dirhams por unidad, lo que incluye fertilizantes, macetas y el uso de tractores para el arado.
Con la cercanía del final de abril, los agricultores se enfrentan a una etapa crucial. Cualquier retraso en la germinación después del 20 de abril podría poner en riesgo la productividad de la temporada, e incluso provocar el fracaso del proceso.
En este contexto, algunos actores del sector han comenzado a cuestionar si es más rentable volver al cultivo de la planta local, a pesar de su menor rendimiento, debido a su bajo costo.
Esta temporada se perfila como un periodo de pruebas, en el que los agricultores compararán las dos variedades y evaluarán cuál ofrece mejores resultados en términos de costos y rendimiento.