El Centro Comercial Abierto apoya todas las mejoras que beneficien a los residentes, pero también reclama medidas para atraer visitantes
El Centro Comercial Abierto respalda cualquier iniciativa que contribuya a mejorar las condiciones económicas, de confort, de disponibilidad horaria... que beneficien a la población ceutí en sus desplazamientos en barco a la península. Así lo asegura su presidente, Ernesto Valero. Sin embargo, los comerciantes también reclaman que se tenga en cuenta sus intereses a la hora de establecer las condiciones y mejoras en el nuevo contrato de navegación marítima, en cuya redacción el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, animó a participar a la Ciudad aportando ideas y sugerencias.
Hasta el momento, las propuestas conocidas van orientadas abaratar el billete para los residentes. Desde los gobiernos de Canarias y Baleares defienden un incremento de la subvención para que el descuento del que disfrutan los ciudadanos que residen en las islas llegue al 75% del coste del billete. En Ceuta, el Ejecutivo local apuesta por sondear la posibilidad legal de obligar a todas las navieras que operan en la línea del Estrecho a realizar al menos un trayecto a un precio barato. Y finalmente, hay voces que abogan por una reducción de las tasas portuarias, que influyen en el coste final del billete y que quedan fuera del actual 50% de bonificación.
El Centro Comercial Abierto apoya sin ninguna duda todas estas medidas y cualquier otra que beneficie a los ciudadanos ceutíes, aunque señala que en este asunto no comparten con ellos los mismos intereses y que incluso éstos pueden ser contrapuestos. “Muchas veces chocan los intereses del ciudadano con los del empresario”, señala Valero. “Si hablo como ciudadano ceutí, quiero un trayecto barato. Pero si hablo como comerciante local, un trayecto barato es una faena porque facilitamos que la gente se vaya a comprar a la península. Y no sé si íbamos a conseguir que viniera más gente a Ceuta a comprar aunque se abaratara el billete para el no residente”, explica. No obstante, a pesar de esa previsible pérdida de clientes, el presidente del Centro Comercial Abierto insiste en que defenderán cualquier iniciativa que sirva para mejorar las condiciones del transporte marítimo de los residentes en Ceuta. “Nosotros tenemos que pelear por que los clientes se queden aquí a través de la calidad y servicio de nuestros comercios; no por el precio del barco”, afirma. Y subraya que, aunque pueda ser perjudicial para sus negocios, siempre defenderán “el interés general de la población”.
Atractivo turístico Sin embargo, esa postura, señala Valero, no es incompatible con facilitar las condiciones para que los ciudadanos de la península tengan menos dificultades para viajar a Ceuta, sobre todo de tipo económico. No obstante, el presidente del Centro Comercial Abierto advierte de que para que lleguen visitantes de la península no es suficiente con abaratar el precio de los billetes del barco. En su opinión, “Ceuta tiene muy poco que enseñar a los turistas. No es una ciudad que tenga un gran atractivo turístico que pueda atraer a la gente”. Aunque, señala, sí cuenta con potencialidad. Y pone de ejemplo el Parque Marítimo, una infraestructura “maravillosa, con una plantilla mantenida durante todo el año y que lo tenemos vacío muchos meses porque parece ser que no es rentable. Pues no lo entiendo”.
De hecho, el máximo aprovechamiento de la potencialidad turística de Ceuta es vital para el comercio local puesto que, aunque se consiguiera abaratar el billete para los no residentes, es necesario generar atractivos suficientes para que tengan interés en visitar nuestra ciudad. “Eso es lo que habría que conseguir”, subraya Valero. “Yo, como comerciante, necesito potenciar que venga gente de fuera, no necesito potenciar que la gente se vaya de Ceuta”. Por eso, insiste, el nuevo contrato de navegación marítima no sólo debe tener en cuenta a la gente que se quiere ir de la ciudad, también habría que pensar en la gente que quiere venir.
Sin embargo, aún haciéndose eco de esta petición de los comerciantes en el pliego de condiciones, eso no significa que esté resueltos todos sus problemas ni el más importante. La competencia que las grandes cadenas, hipermercados y firmas internacionales representan para los pequeños empresarios locales es arrolladora. “Ante eso no podemos hacer nada. El pequeño está cada día en peores condiciones, en muchísima desventaja. Es más, los propios mayoristas, los propios fabricantes están potenciando eso. Les resulta mucho más cómodo trabajar con un cliente grande que con veinte pequeños. Eso es inevitable. Los grandes tienen muchas mejores condiciones de compra que los pequeños.
Ante esta situación, las opciones del pequeño comerciantes sólo pasan por asociarse en entidades como el Centro Comercial Abierto y tratar de poner en marcha iniciativas que busquen fidelizar al cliente local. “Poco más podemos hacer”, reconoce Ernesto Valero. La competencia que Marruecos puede llegar a representar El comerciante local mira hacia Marruecos como una solución para su negocio. Actualmente, del otro lado de la frontera llega buena parte de la clientela que contribuye a mantener a flote los negocios. Sin embargo, no se puede descartar que a medida que el país vecino avance y ofrezca una mayor seguridad jurídica, franquicias y grandes cadenas de distribución comiencen a instalarse en su territorio. En opinión de Ernesto Valero, se trata de una posibilidad “totalmente factible. Se podría llegar a dar el caso, pero es especular a muy largo plazo. No es fácil que eso ocurra en poco tiempo, de manera inmediata”. No obstante, el presidente del Centro Comercial Abierto reconoce que Marruecos “está evolucionando poco a poco y puede que un día nos encontremos con esa situación”. Sin embargo, de momento no es así. En relación a este asunto, los comerciantes locales pueden estar tranquilos, al menos en el corto o incluso medio plazo. El país vecino tiene aún mucho camino por recorrer para alcanzar esa hipotética situación y su avance no es muy rápido. De momento, desde el otro lado de la frontera van a continuar llegando clientes para los comercios de nuestra ciudad, la solución para los empresarios locales, que podrán seguir explotando este nicho de negocio de modo casi exclusivo y al margen de la competencia de la península. La venta de relojes continúa siendo un gran negocio La posibilidad de hacer grandes negocios vendiendo productos como relojes no sólo existió en Ceuta en el pasado, durante la época dorada de los bazares. También existe en la actualidad, pero ya no está en manos de los pequeños comerciantes. Ahora es una opción para uno o dos empresarios fuertes, explica el propietario de un establecimiento de nuestra ciudad. El sistema consiste, explica este comerciante, en hacerse con grandes stock de primeras marcas que los distribuidores nacionales desean retirar porque no son modelos actuales. El precio global por la totalidad de la mercancía puede dar como resultado que la unidad tenga un coste de unos diez euros. Esto permite luego ponerlos ofertarlos al público a unos precios muy competitivos ante los que el pequeño comercio local no puede hacer nada a pesar de que exhiba en sus escaparates y vitrinas los últimos modelos de esas mismas marcas ya que nunca puede rebajarlos tanto como para competir en precio. En esencia, es una situación similar a la que los pequeños comerciantes sufren frente a las grandes superficies y cadenas de distribución de la península, pero que en este caso vivida en Ceuta, a la misma puerta de sus establecimientos.