Opinión | El columbario de Nuestra Señora de África, con la Iglesia hemos topado

El dicho “con la Iglesia hemos topado” se usa para expresar lo inconveniente que resulta que la Iglesia se mezcle en nuestros asuntos y la frustración por la intervención o la mera existencia de esa institución. Por extensión, también se usa para referirse a cualquier autoridad que suponga un obstáculo insuperable para alcanzar nuestras intenciones. Esta expresión aparece en “El Quijote”, aunque realmente Don Quijote le dice a Sancho: “con la Iglesia hemos dado” y Cervantes no se refiere a la Iglesia como institución sino a la iglesia de un pueblo.

Pero yo, con esa expresión, me quiero referir a la intervención caprichosa de un miembro de la jerarquía de la Iglesia que, supuestamente, debe actuar con equidad y justicia y que, sin embargo, ha acabado por convertirse en un obstáculo insuperable para mis derechos.

Los restos de mi madre reposan desde 2015 en el Columbario de Nuestra Señora de África, junto con los de otros muchos ceutíes y no ceutíes. Allí he ido en numerosas ocasiones a rezar y a estar unos minutos a su lado… Hasta que el señor Párroco y Vicario de Ceuta ha tomado la caprichosa y arbitraria decisión de prohibir la entrada al Columbario “porque Sanidad lo prohíbe”, lo cual es totalmente falso. Siempre está muy feo mentir y tratar de engañar, pero más feo aún tratándose de un sacerdote. Además, el señor Párroco debería saber que las mentiras tienen las patas muy cortas.

He intentado hablar con él muchas veces, pero sólo una vez lo conseguí (en una de ellas se escapó por la puerta de atrás para no hablar conmigo. Hay testigos de ello). Me dijo que Sanidad prohíbe visitar el Columbario. Le dije que volvería si encontraba que eso no era cierto. Y volví cuando comprobé era falso. Pero uno tras otro, los intentos de hablar con él eran infructuosos. Cansado de perder el tiempo en tantas visitas inútiles, le hice llegar un sobre donde le adjuntaba copia del BOCCE (Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta) nº 84 de fecha 09-11-21 donde expresamente se cita al Columbario de Nuestra Señora de África y en ningún momento prohíbe las visitas. Es más, implícitamente reconoce que se puede hacer visitas con más de una persona “guardando la distancia y demás normas de seguridad”. En el aún más reciente BOCCE nº 94 de 15 de diciembre, también se hace mención expresa del Columbario y tampoco prohíbe la realización de actos en él, guardando las medidas de seguridad.

Le dejé también copia del Reglamento del Columbario donde en los artículos 34 y 37 se indica que se establecerá un horario para que los fieles puedan rezar en él. Me consta que leyó todos los documentos. Le dejé, finalmente, también en el sobre mi teléfono para que me dijera qué decisión había tomado. ¿Qué obtuve? La callada por respuesta. Seguramente pensó, “ya se cansará y no vendrá más a molestar”.

"El señor Párroco y Vicario ha tomado la caprichosa y arbitraria decisión de prohibir la entrada al Columbario ‘porque Sanidad lo prohíbe’, lo cual es totalmente falso. Siempre está muy feo mentir y tratar de engañar, pero más feo aún tratándose de un sacerdote. Además el señor Párroco debería saber que las mentiras tienen las patas muy cortas”

Como no obtuve respuesta alguna, me dirigí al Obispado de Cádiz y Ceuta exponiendo el caso. Envié mi escrito a cuatro direcciones de correo electrónico diferentes. ¿Qué obtuve? La callada por respuesta. Con la Iglesia hemos topado.

Los que me conocen (que son muchos en Ceuta) saben que no soy persona conflictiva y que no ando inventando historias falsas. Cuando defiendo una postura, lo hago con argumentos, no con mentiras como el señor Párroco. Todo lo que aquí digo es cierto

Se celebró el Día de los Difuntos y no pude visitar a mi madre. Se acerca la Navidad y me temo que tampoco podré hacerlo. Y con la subida de casos de COVID que estamos experimentando, sí que es posible que Sanidad prohíba próximamente las visitas al Columbario. El señor Párroco debería pensar en estas cosas antes de mentir y actuar de forma caprichosa y arbitraria.

Desde que los restos de mi madre reposan en el Columbario, hemos pagado “religiosamente” (nunca mejor dicho) todo lo que hay que pagar. Pero no se trata sólo de pagar, que para eso siempre somos bien recibidos, sino de que también tenemos unos derechos que la otra parte tiene que respetar. Para ello hay un contrato firmado con un reglamento y esos derechos no pueden ser conculcados de forma caprichosa y arbitraria.

Actitudes como ésta hacen mucho daño a una institución como la Iglesia Católica que, por otra parte, realiza una encomiable labor social, asistencial y de apostolado y de la cual yo me considero parte. Estas actitudes dan motivos para que aquellos que se dedican a criticarla y menospreciarla, puedan hacerlo con más argumentos. Pero tampoco pueden permanecer ocultas y calladas. Hay que corregirlas.

Como he dicho anteriormente, antes de dirigirme a un medio de comunicación he intentado hacer ver al Párroco que su actitud era errónea. Me he dirigido también al Obispado de Cádiz y Ceuta. Oídos sordos por todas partes. Con la Iglesia hemos topado.

Por último, sólo me quedan ya las acciones judiciales, las cuales no descarto poner en marcha si esta situación injusta y lesiva se prolonga.