Con un teléfono satelital GPS y a bordo de una embarcación con motor fuera borda. Así intentaban escapar de la
Guardia Civil los dos pilotos de una lancha, protagonizando una huida arriesgada en la que no dudaron en colisionar en varias ocasiones con la patrullera del Servicio Marítimo de Ceuta. Esta escena se produjo
en el Sarchal este mismo lunes, en las proximidades de uno de los considerados como punto negro para el Instituto Armado por la preparación continuada de pases de droga como el que recientemente abortó la propia Benemérita en la conocida como ‘piscina’. Su presencia resultó sospechosa por lo que se coordinó un dispositivo para su identificación. La respuesta de los dos ocupantes fue la de emprender la huida a pesar de que los agentes se identificaron en todo momento y emitieron señales acústicas y luminosas para que los sospechosos se detuvieran. Llevaban petacas con combustible. Generando una gran inseguridad en el mar y llegando a golpear a la patrullera oficial, los protagonistas de estos hechos
terminaron bloqueados y detenidos, acusados además de un
delito de desobediencia grave del que han tenido que responder en el juzgado.
La sanción impuesta en Instrucción
Se les ha impuesto multa de 12 meses con una cuota diaria de 10 euros, pena que los dos detenidos aceptaron por conformidad en el
Juzgado de Instrucción lo que conlleva una rebaja. Así también podrían recuperar su embarcación que había quedado intervenida por la Benemérita. Aquí se cierra este caso, como un delito de desobediencia sin que se puede ahondar más en la comisión de otras posibles infracciones porque no se produjeron ni han sido evidenciadas. La zona del Sarchal en donde la Guardia Civil terminó procediendo a estos arrestos consta en la hoja de servicios del Instituto Armado como uno de los lugares en donde se han producido cargas de hachís o se han escondidos petacas de combustible para abastecer a las embarcaciones de alta velocidad. Precisamente esas embarcaciones son las que intentan burlar los controles practicados
en el puerto quedándose en el mar para evitar los registros y llevando a cabo las acciones delictivas contando con apoyo de otras. La propia
AEGC -Asociación Española de la Guardia Civil- ha denunciado lo que está ocurriendo este verano en una ruta de comisión de delitos que sigue lo ocurrido el pasado.