Al menos dos centros educativos de la ciudad, los Colegios de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Príncipe Felipe y Pablo Ruiz Picasso, la excepción en el marco general de saturación de las aulas en Ceuta, están “estudiando”, según las fuentes de la Administración consultadas por este periódico, arrancar el próximo jueves el curso 2020-2021 con su horario escolar ordinario de 9.00 a 14.00 horas aprovechando sus ratios menos saturadas de estudiantes por clase, con lo que no tendrían que someterse al doble turno matutino de 8.00 a 11.00 y de 12.00 a 15.00 horas con el que van a volver a las clases presenciales el resto de colegios e institutos.
Priorizando la seguridad sanitaria frente a la enfermedad del coronavirus por encima de cualquier otro criterio, la Dirección Provincial del MEFP ha prescrito que en ninguna clase haya más de 15 estudiantes con el propósito de que se pueda mantener la distancia interpersonal de seguridad de 1,5 metros que permitirá evitar el uso de mascarillas al alumnado una vez sentado.
Para ajustarse a esa directriz la práctica totalidad de centros tendrán que dividir sus grupos en un doble turno, tanto en colegios como en institutos, de tres horas de actividad lectiva presencial diaria, el modelo preferido en vez de las jornadas completas alternas por criterios sanitarios (para evitar los recreos) y pedagógicos (para dar continuidad a la asistencia a las aulas).
No obstante, la Administración ha querido no imponer un modelo rígido, sino adaptable a las circunstancias particulares de cada centro.
En ese marco, el CEIP Pablo Ruiz Picasso de Benzú se puede beneficiar de sus ratios reducidas. Según los últimos datos segregados a los que ha tenido acceso este periódico, al comienzo del curso 2018-2019 en ese colegio, con una sola línea, únicamente se superaban los 15 alumnos por clase en el nivel de 2º de Primaria (23).
En el caso del CEIP Príncipe Felipe, con dos líneas en los niveles más bajos, en Infantil podría disponer aulas con 15 o menos estudiantes por clase. Sostener esa ratio le sería más difícil o imposible en Primaria, pero en su caso habrá que constatar con el comienzo de las clases cuántos estudiantes presenciales pierde de hecho por el cierre de la frontera del Tarajal. Distintas fuentes han cifrado en hasta 400 los alumnos que recibía residentes en el país vecino aunque escolarizados a este lado del paso.
La implementación de horarios ordinarios en estos centros no vulneraría en ningún caso el Protocolo común establecido para todos los centros por la Consejería de Sanidad de la Ciudad Autónoma como autoridad sanitaria, pues no entra ni en ratios máximas ni en horarios recomendados o exigidos.
El Ministerio de Educación también ha decidido dar un margen de discrecionalidad a los centros, en este caso a los institutos, a la hora de organizar el regreso a las clases presenciales del alumnado de los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior que se ofertan en la ciudad.
En el calendario de incorporación “escalonada” programado por la Administración solamente se recoge expresamente que los estudiantes de FP Básica tienen que retornar a clase el miércoles 16 de septiembre.
Los responsables del MEFP en Ceuta explicaron la semana pasada a la Permanente de la Junta de Personal Docente No Universitario que la singularidad de cada Ciclo, con lo que ello conlleva a la hora de establecer servicios de limpieza y desinfección de espacios y materiales, ha inclinado la balanza por ese criterio.
La Inspección tampoco prevé imponer planes comunes en relación con los currículos o los horarios de cada materia.
El Protocolo de Sanidad para el próximo curso prescribe la utilización “obligatoria” de mascarilla a partir de los 6 años de edad con dos excepciones generales al margen de las prescripciones médicas individuales. Por un lado, exime de su colocación “una vez sentados en su mesa si se mantiene la distancia de seguridad, 1,5 metros (guardándose en sobres o bolsas de tela o papel transpirable identificadas con su nombre)”. También contempla que “en el caso que se establezcan grupos de convivencia escolar, no sería necesario el uso de mascarilla en las aulas aunque no se pueda garantizar la distancia de seguridad establecida”. Independientemente se recomienda el uso de mascarilla en los espacios de uso compartido por distintos grupos-clases.
El INGESA ha orientado su posición sobre el inicio del curso 2020-2021 con, entre otros documentos, el informe ‘Escuelas Saludables’ elaborado por la Escuela de Harvard, que establece que “las escuelas deben ser extremadamente precavidas en lo que respecta a la salud y la seguridad” y que “es importante que entiendan que la naturaleza dinámica de la información que circula durante una pandemia global requiere de un enfoque flexible y adaptable”. Los expertos alertan de que “como componente de una estrategia estratificada que comprenda el distanciamiento físico y otras medidas de control, las máscaras son un método efectivo para mitigar la transmisión por parte de personas infectadas, aun cuando no presenten síntomas”. Si se usan correctamente, las máscaras restringen la cantidad de gotículas y aerosoles que se expelen al respirar, hablar, toser o estornudar, lo que se denomina “control de la fuente”. También ve necesario “elaborar un plan para fomentar las buenas prácticas de higiene en toda la escuela” con el lavado frecuente de manos. Además, avisa de que “el ingreso y la salida de la escuela y las transiciones entre clases pueden ser momentos de alto riesgo ya que podría haber una gran concentración de personas en contacto estrecho en las entradas, las salidas y los pasillos de la escuela”. En la misma línea, considera que es conveniente “modificar” las clases de Educación Física y “repensar” las de materias como Música y Teatro primando su desarrollo al aire libre.
Directriz: Hasta 15 alumnos para mantener las distancias.
La Dirección Provincial del MEFP se ha visto obligada a desdoblar grupos y a establecer un horario general de clases presenciales para el alumnado ceutí de solo tres horas por jornada (de 8.00 a 11.00 y de 12.00 a 15.00) para garantizar unas ratios de no más de 15 estudiantes por aula y, así, poder mantener distancias interpersonales de seguridad de al menos 1,5 metros.
Excepciones: Dos colegios singulares en un marco saturado.
El CEIP Pablo Ruiz Picasso de Benzú, por su ubicación, y en el CEIP Príncipe Felipe, condicionado en su volumen de escolarizados por el cierre de la frontera, que le restará cientos de estudiantes en las clases presenciales mientras se mantenga clausurado el paso del Tarajal, son las únicas excepciones locales en el marco general de saturación de ratios que caracteriza a los centros escolares de la ciudad, que en todos los casos se acercan o rozan el máximo legal de 25.
Sanidad: El Protocolo común, al margen. El Protocolo de inicio seguro del curso de la Consejería de Sanidad no marca máximos de alumnos por clase ni horarios recomendados.
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