Desde COP de Ceuta, nos unimos a la conmemoración el 30 de enero del día de” La No violencia y la Paz”, aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi (India, 1869-1948), líder pacifista que defendió y promovió la no violencia y la resistencia pacífica frente a la injusticia y que fue asesinado por defender estas ideas.
En su momento, uno de los aspectos más novedosos de la filosofía de Ghandi fue concebir la paz no solo como un fin, sino como un medio para acabar con la injusticia y la pobreza. Esta idea se resume en la que quizá sea su frase más repetida: “no hay camino hacia la paz, la paz es el camino”, ese camino es inevitablemente por la educación. Por ello, la educación debe ser como contempla la ley: inclusiva, equitativa y de calidad.
En aquellas sociedades azotadas por constantes conflictos, la educación se convierte en un salvavidas para los niños y niñas como un medio de protección.
En un país como el nuestro, la violencia llega a las aulas en forma de acoso escolar. Éste se define como una forma de violencia en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad.
El día de la Paz, por su temática general de no violencia, resolución de conflictos y convivencia, debe trabajarse en todos los niveles educativos, desde Educación Infantil hasta Bachillerato y con las familias
La infancia es un periodo vulnerable donde muchos niños y niñas son maltratados o no tratados con la sensibilidad que se requiere en estas etapas tempranas de la vida. Etapa e que va a condicionar tan determinantemente el desarrollo psicología de las personas.
Tanto las familias como profesionales de la enseñanza y sanidad, como todos aquellos que en su trabajo intervengan con niñas o niñas necesitan una formación básica para ser conscientes de cómo su trato puede dañar la autoestima en la infancia y que esto va a condicionar su personalidad, por tanto su manera de gestionar sus emociones, de relacionarse consigo mismo y con los demás, su manera de resolver conflictos. Esta labor de formación, atención, prevención y en último caso es el objeto de la psicología.
Desde el Colegio de psicología seguimos insistiendo en la necesidad de la presencia de psicólogos y psicólogas en los distintos ámbitos para poder contribuir al desarrollo sano de niños y niñas, por tanto, a que cuando llegue a la adultez estén libres de patología psíquicas con el consiguiente ahorro económico y sobre todo del bienestar social elemento imprescindible para conseguir la paz.
La educación ofrece la oportunidad de transformar esta violencia en paz a través de la transmisión de una serie de valores y hábitos de autocuidados psicológicos
La responsabilidad del desarrollo de estas capacidades debe empezar tanto en las familias como en los centros educativos. La importancia de vivir en un mundo en paz es un derecho de toda la humanidad.
Para lograr la paz en el mundo es necesario que cada persona pueda lograr su propia paz interior. Las personas en paz consigo mismo no buscan agredir a otros.
El futuro sano se construye con la educación y la paz.