Se ha habilitado ya la explanada de Juan XXIII, hasta donde ha acudido la Cruz Roja
Las colas se han convertido en compañeras inseparables del
espacio fronterizo en Ceuta. No hay jornada en la que no se repitan, en la que el tráfico sea demasiado lento, en la que la desesperación se adueñe de los conductores que aguantan, de media, más de tres horas al volante en Ceuta. Ampliación:
Las víctimas del bloqueo de la frontera de Ceuta y Marruecos La
Guardia Civil y la
Policía Local intentan controlar el lugar para que no se llegue al nivel del caos. Se ha habilitado ya la explanada de Juan XXIII para facilitar la espera de vehículos patera o de porteadores. Es una manera de aliviar lo que, en el fondo, es un auténtico polvorín.
Al lugar ha acudido la Cruz Roja, activada por el 112 ante la posibilidad de que haya personas que necesiten agua o asistencia de cualquier tipo. Se han desplazado dos ambulancias con técnicos en emergencias, enfermeros, trabajadores sociales y educadores sociales.
Según fuentes consultadas por este medio, en torno a las ocho de la tarde en la explanada de Juan XXIII, además de los vehículos patera, había coches de Ceuta.
Los colapsos se han convertido en lo normal de un escenario que no lo es y que parece no tener arreglo. Pensar en un Tarajal sin retenciones es ya un imposible. La situación está así sin que todavía haya comenzado ni la OPE ni el mayor trasiego del verano.