La advertencia estaba hecha y se mantiene. En varias concentraciones la Junta de Persona de
Ingesa había planteado su preocupación ante la reapertura de la frontera por lo que sería un colapso inminente en las condiciones en las que se encuentra la
sanidad en Ceuta.
Aunque todavía no se han sentido los efectos, Ángel Lara, presidente de la Junta de Personal de Ingesa, señala que es cuestión de tiempo. “La frontera se ha abierto, pero ahora mismo está con una apertura limitada, no puede pasar cualquiera, está restringido y no está abierta como se cerró hace dos años, cuando el flujo era muchísimo mayor”. Lo que de alguna forma ha pausado la crisis que auguran en un futuro próximo.
Asimismo, hace referencia a la
Operación Paso del Estrecho (OPE), y a cuando comience a sentirse el flujo de personas que se estima. Insiste en que el problema será “al momento que empecemos a sentir el paso de estas personas hacia sus destinos, que viven y trabajan en el espacio europeo, pero que mientras pasan sus vacaciones o verano en la zona norte de Marruecos, muchísimos vienen a recibir la asistencia sanitaria a la ciudad de Ceuta, porque son personas comunitarias y tienen derecho a recibirla”.
Recalca que ante las limitaciones que todavía existen en el paso por la
frontera, no estando “a pleno rendimiento” y el reciente inicio de la OPE, todavía no se ha visto el impacto, algo que en realidad se espera entre las próximas semanas y los próximos meses.
Mientras transcurre este tiempo la certeza de parte del presidente de la Junta de Personal de Ingesa, es que no están preparados para asumir lo que viene. “Una de las cuestiones que hemos reivindicado en las concentraciones y que llevamos reivindicando desde la Junta de Personal y desde las respectivas organizaciones sindicales, es el escaso número de profesionales que tenemos en Ceuta”.
Lara lamenta que la ciudad tenga “los récords de peores ratios en cuanto al número de profesionales que atienden a la población, tenemos los peores indicadores en cuanto al número de profesionales y población a atender”. Recalca que en el ránking del Sistema Nacional de Salud “ocupamos los últimos y penúltimos puestos, con lo cual en circunstancias de un cierre de frontera y que no hubiera esa Operación Paso del Estrecho, nos pone, en comparación con otras comunidades autónomas, a la cola, en muy seria desventaja”.
Insiste en que con una frontera a pleno rendimiento, lo que reportaría un mayor trabajo y una mayor presión desde el punto de vista sanitario, “desde luego nos desbordamos con absoluta facilidad”.
“Estamos, en comparación con otras comunidades, a la cola, en seria desventaja”
Ya a finales de marzo, Lara había manifestado su gran preocupación tomando en consideración lo que el flujo constate de personas significaría para una ya saturada atención sanitaria, como consecuencia del déficit de personal y otras situaciones. Un tema que se mantiene sobre la mesa, pues las carencias continúan y la sobrecarga sanitaria se mantiene como un peligro latente.
El presidente de la Junta de Personal de Ingesa se refiere a un panorama negativo en todos los aspectos, en Enfermería, en Atención Primaria y Especializada; en Medicina de Familia y Pediatría, en Atención Primaria y Especializada, por solo nombrar algunos ejemplos. “Los indicadores muestran que tanto en Atención Primaria, como en Atención Especializada estamos igual de mal”.
Se requiere entre un 30% y un 50% de profesionales en las diversas categorías, para equiparar con comunidades autónomas que están en posiciones intermedias. “Haría falta un incremento de esos profesionales para situarnos en una mejor situación”. Indica que este es uno de los aspectos necesarios para afrontar cualquier tipo de vicisitud. A lo que agrega “un territorio que no está dentro de lo que es la Península, tenemos un trecho de mar que condiciona a que cualquier contingencia que venga se nos pueda complicar porque no tenemos los resortes que tienen en otras comunidades y la facilidad de un apoyo de otras infraestructuras”.
Explica que hay determinados servicios que se colapsan más. “Veremos cómo el área de Urgencias del Hospital Universitario estará más colapsada, habrá más problemas y tendremos unas unidades más congestionadas”. Habrá más problemas de personal, sobre todo en aquel cuya sustitución es más difícil, por consiguiente más carga de trabajo. “En fin, los problemas que se derivan de tener una atención sanitaria colapsada”, señala.