Colaboración europea en la lucha contra el delito

Agentes de distintos países se encuentran desplegados en Ceuta en la denominada ‘Operación Minerva’, que hace disminuir las cifras de la inmigración irregular en el puerto

La Operación Minerva, coordinada por Frontex y liderada por la Policía Nacional, se despliega en la zona del Estrecho de Gibraltar, concretamente en los puertos de Algeciras, Tarifa y Ceuta. En ésta colaboran la Guardia Civil y 17 países de la Unión Europea. Concretamente a Ceuta han llegado dos policías de Francia, dos de Suecia, uno de Holanda, uno de Rumanía y otro de Suiza, a los que hay que sumar otros dos agentes portugueses que trabajan con el Instituto Armado. El operativo también está formado por cinco agentes españoles, incluido el inspector de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y coordinador de la Operación Minerva en Ceuta, A.R.G.
La principal labor de la Operación Minerva es combatir la inmigración irregular a la península y al resto de países de la Unión Europea a través de la entrada en los ferrys. La puesta en marcha de ésta ha significado una reducción en las cifras de este fenómeno en el puerto de Ceuta, tal y como indicó en declaraciones a este medio A.R.G.
El idioma de trabajo es el inglés,  por lo que todas las personas desplegadas en esta operación tienen que acreditar un nivel medio o alto. Estos agentes trabajan en las dos zonas de embarque –la de pasajeros a pie y la de vehículos–, donde realizan un control documental de todas las personas que van subir al ferry.
Cada día, desde Ceuta se envían todos los informes derivados de la labor de estos agentes a la coordinadora de la Operación Minerva, que se encuentra en Algeciras.
El principal beneficio para los agentes que participan en operaciones del Frontex son el intercambio de conocimientos y experiencias.
La Operación Minerva, que comenzó el pasado 30 de julio, supone un apoyo a la Operación Paso del Estrecho (OPE).  Se espera que la gran aglomeración de vehículos se produzca en los últimos días de este mes, concretamente del jueves al domingo de la próxima semana, por lo que habrá un refuerzo.
Esta participación permite además de contar en España con agentes extranjeros expertos en esta materia, que los policías españoles también puedan formar parte de operativos en otros países. Por ejemplo, A.R.G. estuvo desplegado en Grecia e Italia. En el primero estuvo como screener y se encargaba de determinar la nacionalidad verdadera del inmigrante, y en Italia como debriefer, realizando labores de inteligencia que se centran en recopilar información a través de entrevistas para trabajarla luego y elaborar los análisis de riesgos, una actividad importante que también se realiza en la Operación Minerva.
Otras operaciones que Frontex tiene activadas en España están localizadas en el Mediterráneo hasta Almería y en Canarias, y se centran principalmente en la inmigración clandestina a través de pateras.
Una de las actividades de Frontex es la formación a todos los policías europeos, quienes conocen cuáles son las tendencias de la inmigración en los distintos países y acuden a las operaciones muy bien preparados.
Algunos de los agentes que están desplegados en Ceuta con la Operación Minerva han venido ya a la ciudad en otras ocasiones. Por ejemplo, el suizo es la segunda vez y el holandés la cuarta. Y es que Ceuta es para estos policías un destino en el que aprenden mucho. El agente francés P.F. destacó  en una conversación con este medio la experiencia que está viviendo en esta operación donde comparte conocimientos con agentes de otros países.

Preparados para detectar ‘impostores’

El principal objetivo de la Operación Minerva es la detección de la inmigración irregular, pero en el desarrollo de sus funciones los agentes que forman parte de este dispositivo se topan con otros tipos de delitos, como tráfico ilícito de vehículos y de drogas.
En cuanto a la inmigración ilegal, los agentes del dispositivo detectan casos de personas escondidas en coches y camiones y otras que se lanzan al mar para alcanzar nadando el ferry. En uno de los últimos casos detectados, una joven fue descubierta cuando se escondía en el asiento trasero de un vehículo con una manta por encima para que los agentes creyeran que eran objetos cubiertos.
Una de las prácticas delictivas que más se utiliza este año es la de los denominados impostores. Se trata del uso fraudulento de un documento original por una persona que tiene un parecido físico con la que aparece en la fotografía. Los documentos utilizados son dni, pasaportes o tarjetas de residencia que bien son robados o extraviados llegando después a manos de las mafias, que posteriormente los venden en el mercado negro a personas con cierta similitud con los rasgos de la del documento oficial. Los agentes cuentan con experiencia en este campo y suelen detectar los casos haciendo preguntas para ver cómo reaccionan o con mecanismos con los que cuentan. En su equipo de trabajo tienen, entre otras cosas, verificadores de documentos, detector de huellas y una completa base de datos.
Uno de los últimos casos detectados tuvo lugar el pasado jueves, cuando una mujer extranjera portaba una carta de identidad francesa que no era suya y su físico guardaba un parecido con el de la persona del documento oficial, cometiendo así un delito de uso fraudulento de documento oficial. El uso de este tipo de práctica se ha duplicado respecto a otras temporadas.
Los agentes de este dispositivo también han detectado vehículos con las placas falsificadas y documentos que autorizan exportar un vehículo falsificados. La detección de un caso de este delito muestra una vez más la importancia del intercambio de agentes europeos, ya que el vehículo que se intentaba pasar con un documento de exportación falsificado era holandés y el delito fue descubierto por un agente de este país. Todos los vehículos con los que se han cometido el delito se encuentran estacionados de manera temporal en un espacio ubicado en la zona de embarque de coches.