Con apenas dos horas de diferencia, sendos vehículos han sido
quemados en la
barriada del Príncipe Alfonso, ambos en la calle Fuerte. Los
bomberos recibieron el primer aviso pasadas las dos de la madrugada. Desplazaban a sus efectivos hasta el lugar, donde sofocaron las llamas sin mayores incidencias, ya que el vehículo ardía en una zona sin viviendas muy próximas.
Dos horas más tarde, sobre las 4:20 horas, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) volvía a salir de sus instalaciones en dirección al Príncipe y a la misma calle, la calle Fuerte. Un segundo vehículo estaba envuelto en llamas. De igual manera, no hubo que lamentar más daños materiales que el propio vehículo, sin que fuera necesaria la evacuación de viviendas cercanas, ya que se encontraba aparcado también en una zona sin viviendas anexas.
Así las cosas, en estos primeros ocho días del año, suman ya la docena de vehículos, entre turismos y furgonetas, calcinados por fuegos provocados. El número de contenedores que han ardido por las mismas razones, ronda también el mismo número.
La noche anterior, ardía un coche en la avenida Doctor Abdelkrim. Días anteriores, los incendios eran provocados en Benítez, Benzú, Juan Carlos I... Solo en la noche de Reyes, fueron quemados cuatro vehículos, tres turismos y una furgoneta. El primero de ellos fue prendido fuego en dos ocasiones la misma madrugada.
Ese mismo día, horas más tarde durante la celebración de la Pascua Militar, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, mostraba su preocupación a los medios de comunicación por este vandalismo, confiando en la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad para esclarecer lo sucedido. Indicó que, desde el ámbito municipal, se trabaría en la reforma de ordenanzas y del reglamento para sancionar más duramente estas prácticas. Una aseveración que carece de sentido porque se trata de acciones que constituyen un delito de daños y por tanto están penadas por el Código Penal no por una sanción o reglamento.