En este día ha ocurrido, de nuevo, un acontecimiento que nos hace a todos los caballas, sentir una mezcla de sentimientos que es normal en todo ser humano. Por una parte un sentimiento de caridad y preocupación por una gran cantidad de seres humanos que de forma desesperada y jugándose la vida, nos llegan en avalancha y de forma irregular buscado mejorar su forma de vida y una oportunidad en nuestra civilización.
Pero por otra parte y entendiendo perfectamente a estos inmigrantes, no podemos entender la falta de medios, previsión y soluciones que un mundo civilizado, en el siglo XXI nuestra sociedad no tenga preparado un protocolo, estructuras y respuestas a esta reiterativas y previsibles avalanchas que se producen y además conociendo, según nos informan los medios de comunicación, la gran cantidad de personas que en las montañas próximas de Marruecos se encuentran esperando su oportunidad.
Pero además ahora, al igual antes a otros colectivos, nos ha tocado a nosotros. Nuestra querido club hípico, ahora que volvía a revivir después de un largo periodo de inactividad, ha sido el nuevo lugar de asentamiento de un colectivo de inmigrantes que ya alcanza el doble de la capacidad que puede ofrecer el CETI.
¿Que nos preocupa?, pues son varios los asuntos:
Esperamos y deseamos que las declaraciones que hemos oído y visto en los medios de comunicación nacionales de altos representantes del Estado con la presencia de nuestras Autoridades locales se hagan, POR FIN realidad.
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