El rey de Marruecos, Mohamed VI, ha ofrecido un discurso a la nación este miércoles con motivo del XXI aniversario de la llegada al trono, en 1999 y tras el fallecimiento de su padre, el rey Hassan II. Este año, como ha destacado el monarca, se da la coincidencia de que este hecho y la celebración de la Pascua del Cordero, o el Eid Al Adha, coinciden en el calendario, y con un contexto complicado como es el de la pandemia del coronavirus, que azota con especial fuerza esta semanas al reino alauita.
"Me complace felicitar a todos los marroquíes estas gloriosas efemérides, renovándoles mi afecto y consideración, que no hacen sino crecer cada día más", ha comenzado su discurso Mohamed VI, que ha recogido íntegro la agencia oficial MAP.
"Por ello, la atención que dedico a la salud del ciudadano marroquí y de su familia, es exactamente la misma que otorgo a mis hijos y a mi pequeña familia, particularmente en estas difíciles circunstancias que Marruecos, como el mundo entero, está atravesando, a causa de la pandemia del Covid-19".
En ese sentido, ha asegurado que las medidas que ha tomado el gobierno marroquí han permitido infundir de "esperanza" a todos, a pesar del "temor o inquietud normales" en estos momentos.
Así, ha destacado la labor de las autoridades sanitarias a las que ha querido "agradecer" por "haber cumplido su deber de la mejor manera" para frenar la expansión de la pandemia, que en Marruecos en una semana ha sumado más positivos de coronavirus que en los cuatro meses anteriores desde que se declarase la pandemia oficialmente por la OMS.
"De manera concreta quiero mencionar a los trabajadores del sector de la sanidad, a saber, el personal médico y paramédico, tanto civil como militar, así como a los elementos de las Fuerzas Armadas Reales, Gendarmería Real, elementos y agentes de las autoridades locales y todos los cuerpos de la Seguridad Nacional, Fuerzas Auxiliares y Protección Civil, amén de los trabajadores del dominio de producción y distribución de los productos alimenticios y todos aquellos que han estado en las primeras filas para hacer frente a la pandemia".
No se ha querido olvidar el monarca de los ciudadanos a quienes ha agradecido también el "espíritu de solidaridad y responsabilidad manifestado" tanto individualmente como en el seno de las iniciativas impulsadas por la sociedad civil durante el confinamiento. Así, también se ha referido a "inolvidables momentos" de cooperación entre los vecinos con colectivos vulnerables, "a través de la distribución de ayudas y ofrecimiento de apoyo y orientaciones".
Medidas de impacto económico
El segundo eje de su discurso ha girado en torno a las medidas económicas que tomará el reino para paliar los efectos de la crisis que ya está provocando la pandemia, tanto en Marruecos como en el resto del planeta.
"Por ello creamos un fondo especial para hacer frente a las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de esta pandemia. Gran satisfacción nos ha producido ver que esta iniciativa ha sido acogida con un entusiasmo espontáneo y una solidaridad permanente", ha proseguido su mensaje.
Hasta 33.700 millones de dirhams afirma el rey que se han movilizado para combatir las consecuencias de la pandemia. Los gastos totales alcanzaron a día de hoy 24.650 millones de dirhams, y asevera que esta cantidad ha ido destinada a medidas de apoyo social y adquisición de materiales médicos necesarios.
Otros 5.000 millones de dirhams irán destinados a la Caja Central de Garantía para reactivar la economía.
"Hemos orientado al Gobierno para llevar a cabo un apoyo a la resiliencia de los sectores perjudicados, preservando los puestos de empleo y el poder adquisitivo de los hogares que han perdido sus fuentes de ingreso".
Aun así ha confesado que las consecuencias de la crisis sanitaria "van a ser muy duras a pesar de los esfuerzos que estamos desplegando", y por eso anima a mantener la tensión, la concienciación, la solidaridad y las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias. Al igual que en España, también Marruecos se está preparando para una "eventual segunda oleada".
Para paliar los efectos que asegura han dejado en evidencia "deficiencias" en la estructura social, el monarca ha adelantado que se lanzará un "plan ambicioso para la reactivación económica", que se traduce en una inyección de 120 mil millones de dirhams en la economía marroquí (equivalente al 11% del PIB).
Se creará un Fondo para la inversión estratégica, cuya finalidad sería el apoyo a las actividades productivas, además de fomentar e incentivar grandes proyectos de inversión en sectores público y privado. El Estado será el gestor de estos fondos.
"Con el fin de reunir las condiciones de éxito para este plan, invitamos al gobierno y a los actores socioeconómicos a tomar parte del mismo, con total efectividad y responsabilidad, en el marco de un contrato nacional constructivo, que esté a la altura de los desafíos del momento y de las expectativas de los marroquíes".
Así, con el mayor peso del estado para gestionar la salida de la crisis, también ha asegurado que habrá "una reforma profunda del sector público" abarcando las "deficiencias" entre empresas y entes públicos, a fin de que se complementen mejor y sean más eficientes a nivel económico y social.
Para conseguirlo, el monarca propone la creación de una "agencia nacional encargada de la gestión estratégica de las contribuciones del Estado, así como del acompañamiento de las prestaciones de los entes públicos".
Mohamed VI ha señalado también como esencial el implantar un programa de cobertura social al que puedan acceder todos los marroquíes. Y lo plantea para que se materialice en un plazo de cinco años. El comienzo sería en enero de 2021 "conforme a un programa de trabajo preciso, empezando por la generalización de la cobertura sanitaria obligatoria y de las prestaciones familiares, antes de extenderlo para abarcar la jubilación y la indemnización por pérdida de empleo".
Para que los ciudadanos puedan acceder a esta cobertura, ha puesto sobre la mesa la creación de un "registro social unificado". En este sentido, ha instado al gobierno a adoptar un calendario, unos plazos que ha pedido que se mantengan fuera de cualquier "sesgo o explotación política".
Por último, ha querido apelar a todos sin excepción a su "patriotismo y su sentido de la responsabilidad, tanto individual como colectiva", para unir sus esfuerzos.
"De este modo, vamos a vincular el pasado con el futuro, siendo buenos sucesores de buenos antepasados, evocando con toda grandeza la límpida memoria de las grandes figuras de nuestro país, encabezadas por Nuestro Venerado Abuelo y Nuestro Augusto Padre, Sus Majestades los Reyes Mohammed V y Hassan II, Dios los tenga en su Santa Misericordia, así como todos los virtuosos mártires de la Nación".
"Esta es una ocasión para rendir homenaje, una vez más, a Nuestras Fuerzas Armadas Reales y a Nuestras Fuerzas de Seguridad, con sus diferentes cuerpos, por su constante movilización bajo Nuestra conducción, a favor de la unidad, la seguridad y la estabilidad nacionales.
Dijo el Altísimo: “Dios no pide a nadie sino lo que le ha dado. Dios hará que a la adversidad suceda la felicidad.” (Corán).
"Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh", ha finalizado su discurso.
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