Claveles de sangre de toro para engalanar a Nuestro Padre Jesús Nazareno

Si el tiempo lo permite, este martes la hermandad del Encuentro realizará su estación de penitencia en Ceuta con sus dos imágenes titulares, la Virgen de la Esperanza y Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Por ello, y con la esperanza puesta en que el cielo luzca soleado, este lunes son muchos los hermanos que se encuentran en la Iglesia de Nuestra Señora de África para la puesta a punto de las dos imágenes titulares con el montaje de las flores.

Este es el último paso de una hoja de ruta que comenzó “con el montaje de los pasos, se realizó la mudá el viernes pasado y ya lo que nos quedaba para el último día era el montaje de las flores en los pasos”, tal y como ha señalado Jesús Garrido, hermano Mayor.

En esta ocasión, las flores que llevará Nuestro Padre Jesús Nazareno son claveles de sangre de toro, “un color como fucsia tirando a la sangre que hace que nuestro Nazareno reluzca más”.

La preparación de esta decoración requiere de mucha mano de obra porque es un trabajo muy manual y esta mañana era un grupo de camaristas las que se encontraban haciendo esta labor. “El tallo de la flor, al ser tan débil, no se queda cogido sobre el corcho. Entonces, lo que hacemos es coger un pincho que se incrusta sobre el tallo y eso es lo que se clava en el corcho que lleva el monte del Nazareno”, detalla Garrido.

Una vez pinchadas las flores se le pasa a Jose Díaz, más conocido por todos como Joselito, quien está subido al paso y se encarga de colocarlas una a una en el monte de la imagen con la ayuda de su hijo.

Cabe destacar que Jose es uno de los hermanos más antiguos del Encuentro y “le tenemos mucho cariño. Ha sido una persona muy comprometida con la hermandad”, asegura Garrido.

“Siempre hemos dicho que el tiempo da una experiencia muy bonita y más si es una cosa que te gusta y llevas por devoción, como es en este caso nuestro Nazareno”, añade. Por eso, sus más 40 años formando parte de esta hermandad le han convertido en la persona más adecuada para subirse al paso y colocar las flores.

Y es que, como expresa Garrido, “no podemos poner a cualquier persona a proteger a nuestro Nazareno y tratarlo con tanto cariño como lo trata él”.

Así, Jose Díaz realiza una importante labor en la que está acompañado también por su hijo, Francisco Javier, con quien comparte esta pasión que les ha permitido vivir muchos momentos juntos que siempre recordarán.

Según cuenta Francisco Javier, su vinculación con la hermandad viene desde que era pequeño. “Me bautizaron en la capilla del Nazareno y con dos o tres años ya veía a mi padre, he salido de penitente, he ayudado a pinchar flores… cuando cumplí los 16 años me subí con mi padre por primera vez arriba y a los 18 empecé a salir de costalero”, algo que también pudo compartir con su padre durante unos años y de lo que se siente muy afortunado.

Vivir juntos esta pasión es algo “que emociona mucho. Es algo que él me ha enseñado. Me subí ahí arriba y me dijo ‘sin miedo’ y me ayudó mucho”, reitera. Así, hoy se encuentran mano a mano poniendo a punto la imagen de su Nazareno para la salida de este martes.