Este domingo los medios deportivos más importantes de todo el mundo han dedicado bastantes líneas a un país que, sobre las quinielas iniciales, estaba descartado para pasar a octavos. En el grupo F, Croacia y Bélgica eran, a priori, las claras favoritas para pasar la primera ronda, dejando por lo tanto fuera a Canadá y Marruecos. Pero, aunque todavía falta un último partido, parece que esos pronósticos no se cumplirán. Con Canadá ya descartado, Marruecos es líder en su grupo y le basta un empate, e incluso una derrota ante el ya eliminado según el resultado que llegara entre el choque entre Bélgica y Croacia, para colarse en octavos de final por segunda vez en su historia. Pero esta evidente sorpresa ha derivado en decenas de análisis futbolísticos, no solo sobre el juego de Marruecos, sino sobre su filosofía y trasfondo tras esta actuación mundialística. La clave, para muchos, reside en el poder de atracción que tiene el país para con todos aquellos futbolistas de ascendencia marroquí que, a pesar de no haber nacido en suelo marroquí, al momento de elegir, apuestan por defender los colores del país de sus padres y abuelos. Pocos saben que, de los 26 jugadores marroquíes, 15 han nacidos en otros países, entre ellos en España, caso de Munir y Achraf. Pero la mayoría proceden de Bélgica, país que curiosamente cayó derrotado este domingo y que aporta a Marruecos cuatro jugadores (Amallah, Chair, El Khannous y Zaroury), Francia y Países Bajos. De hecho también su máximo referente, Achraf Hakimi, nacido y crecido en Madrid y forjado en la cantera del Real Madrid es uno de esos 15 ejemplos. Y es que el futbolista del PSG nunca tuvo dudas y siempre optó por Marruecos para llevar la camiseta nacional, algo que no le pasó a Munir que, aunque finalmente se decantó por el país árabe, sí que llegó a defender los colores de España en categorías inferiores como la selección sub-21. Cabe mencionar que el cambio de seleccionador en los últimos meses, aunque pudiera parecer una decisión precipitada porque tan solo faltaban tres meses para el mundial, finalmente también ha resultado ser un acierto de la Federación marroquí pues, además de suponer "aire fresco" ya que Regragui es un exfutbolista de la propia selección y muy identificado con el país, levantó el 'veto' del anterior seleccionador respecto a algunas de sus grandes figuras, permitiéndoles retornar y aportando ese plus de veteranía que el equipo necesitaba.