La Ciudad de Ceuta va acometer unas obras de envergadura en la barriada de Los Rosales. Era una petición reclamada por los vecinos que han denunciado en múltiples ocasiones las diferentes deficiencias existente en la zona. Ahora, el Ejecutivo local va actuar en unos trabajos que calculan tengan un coste superior a los 500.000 euros, y donde se prevé que las obras duren 4 meses.
El proyecto de estas obras ha sido realizado por la arquitecta Úrsula Linares López.
En lo importante que se refiere a la ejecución de los trabajos, se llevará a cabo la sustitución del acerado y pavimento de zonas libres comunes debido a su “deficiente y deteriorado estado actual, realizándose un nuevo diseño”, tal y como viene reflejado en el documento realizado por Linares.
Asimismo, los operarios demolerán el pavimento existente de baldosas hidráulicas por medios mecánicos. Además también se demolerá y levantado de bordillo que se encuentran con deficiencias.
Además, los trabajos proseguirán con el talado de los árboles en la calle principal, ya que debido a la poca anchura de la acera y el estado de la misma por las raíces “dificultan el paso de los viandantes”.
La nueva pavimentación que se colocará en el lugar tendrá tres tipos de acabados: una baldosa de terrazo con acabado superficial en árido de granito, armado con mallazo de acero con acabado impreso en relieve mediante estampación de moldes de goma, así como praderas de césped con tepes precultivados en tierra vegetal.
Asimismo se colocará jardineras de hormigón armado, acabado de capado e hidrofugado, color gris granítico.
Por otra parte, los obreros harán levantado de peldañeados y barandillas existentes por medios manuales.
Se hará, también, una intervención de muros y muretes de la urbanización en la que además se le echará pintura acrílica estándar aplicada a rodillo en paramentos verticales, siempre realizando una limpieza previa de la superficie, mano de imprimación y acabado con dos manos.
Por otro lado, se llevará a cabo un levantado de muro de bloques, con una altura de 1,50 metros, para la contención de aguas en huerto con “pendiente acusada”, se señala.
Además se colocará una cancela formada por tubos huecos de acero laminado y barrotes, sin olvidar de realizar el acceso de carga y descarga para locales comerciantes.
Para los derribos, se realizarán actuaciones previstas tales como apeos, apuntalamientos y estructuras auxiliares para las partes o elementos peligrosos tanto para los operarios, como para los propios vecinos y edificaciones colindantes.
“Como norma general, se procurará actuar retirando los elementos contaminantes y/o peligrosos tan pronto como sea posible, así como los elementos a conservar o valiosos -cerámicos, mármoles, etc-. Seguidamente se actuará desmontando aquellas partes accesibles de las instalaciones, carpintería y demás elementos que lo permitan. Por último, se procederá derribando el resto”, apostilla la arquitecta en el proyecto.
Los residuos serán almacenados en contenedores situados en la vía pública, hasta su recogida y transporte al vertedero. El responsable de la obra adoptará las medidas necesarias para evitar el depósito de residuos ajenos a la misma.
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