La Ciudad Autónoma de Ceuta solamente registró en junio el ingreso de seis niños migrantes solos y la cifra de menores extranjeros no acompañados atendidos directamente por el Servicio de Protección a la Infancia y SAMU en el Centro de Realojo Temporal La Esperanza cerró el mes pasado en 90.
Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, en lo que va de año se ha anotado la entrada en ese recurso de 84 jóvenes, sobre todo en enero (25), abril (17) y mayo (18). En febrero se contabilizaron 11 acogidas, siete en marzo y únicamente seis en junio pese a la mejora de las condiciones meteorológicas, habitualmente más propicias en verano para el cruce irregular de la frontera por la vía marítima o terrestre.
Casi la mitad de los menores acogidos en ‘La Esperanza’ han asegurado tener ya 17 años (38) y otro número significativo (29), 16. El resto se reparten entre 15 (12) y de once a catorce años de forma esporádica.
El 70% de los llegados este año a los recursos que gestiona directa o indirectamente la ciudad en materia de Menores es de nacionalidad marroquí (64). El resto son nacionales de países como la República de Guinea, Sudán, Egipto, Chad, Senegal, Mali, Argelia o Costa de Marfil.
Así, ‘La Esperanza’ ha comenzado julio con 42 niños atendidos por la Fundación SAMU (que a principios de año asistía a más de 120 entre Piniers y Hadú) y 48 por el Área de Menores de la Ciudad, que hacía lo propio con más de 60 en enero.
El número de menores extranjeros no acompañados acogidos en Ceuta (incluidos los que están en el Centro Mediterráneo, en ‘Punta Blanca’ y otras instalaciones reservadas para perfiles con especial vulnerabilidad) se ha reducido un 70% con respecto a marzo de 2020, cuando se declaró la pandemia de la enfermedad del coronavirus, momento en el que se situaba en 590, gracias al cambio de modelo de gestión de la frontera del Tarajal y a los mecanismos de derivación solidaria entre autonomías implementados durante los últimos años.
Aunque el incremento de la presión migratoria infantojuvenil procedente del Reino alauita se empezó a notar desde principios de 2018, entre el 1 de agosto de 2019 y el 14 de marzo de 2020 (antes del cierre de la frontera por la pandemia) el número de menores marroquíes no acompañados desamparados en la ciudad se disparó un 90%.
Así, en marzo de 2020 la cifra de niños migrantes solos acogidos por la administración local llegó a un máximo de 590 que, por la limitación de movilidad impuesta a nivel mundial, fue cayendo progresivamente hasta cerrar ese ejercicio en 331. La crisis migratoria de mayo de 2021 multiplicó ese número por encima del millar.
La cifra de acogidos por la Ciudad Autónoma está por debajo del máximo de capacidad de asistencia que, para situaciones extraordinarias, asignó el verano pasado la Comisión Sectorial de Infancia y Adolescencia a Ceuta. Entonces se acordó cuantificar en 88 las plazas disponibles en condiciones ordinarias y en 132 (un 50% más) su ampliación tope para circunstancias de emergencia.
El Ministerio de Derechos Sociales y las distintas comunidades autónomas también pactaron en julio de 2022 la derivación a otras regiones entre 2022 y 2023 de 92 menores foráneos sin compañía desde Ceuta y acordaron el establecimiento de un mecanismo voluntario y solidario de respuesta a emergencias.