La Ciudad Autónoma recuperará en 2020 a través de un convenio con la Universidad de Málaga para la Transferencia del Conocimiento el Proyecto de Prevención de la Delincuencia de Menores Extranjeros Solos en las calles de Ceuta (PREMECE) que se implementó a principios del año pasado a través del Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología (IAIC) y el Observatorio Criminológico del Sistema Penal ante la Inmigración (OCSP).
El Gobierno local considera que es necesario recuperar el equipo que durante meses trabajó con los menores en situación de calle fundamentalmente en el entorno del Puerto, cuyos resultados se presentarán el viernes de la próxima semana en un seminario que se desarrollará en las Murallas Reales.
Para conseguirlo está previsto incluir una partida de 121.000 euros en los Presupuestos de la Ciudad para el año próximo.
El proyecto, “pionero” a nivel nacional, se concibió para “prevenir la delincuencia y la victimización” con “una intervención personalizada y especializada” sobre los menores que rechazan las medidas de asistencia de la Ciudad “por miedo a ser repatriados, por frustración del menor, por conflicto de intereses entre el menor y el centro de acogida, por falta de adaptación del centro a las necesidades del menor, por los atractivos de la calle, etcétera”.
Su reto es “encontrar soluciones individualizadas y duraderas que permitan su establecimiento a largo plazo en condiciones de normalidad y estabilidad”.
Las fases de ejecución del programa incluyeron una primera de “diagnóstico” para “localizar y cuantificar a los extranjeros menores de edad que están solos en las calles para valorar de manera individualizada su situación”. Después se les “asiste” para “dignificar su persona y vehicular el tratamiento a seguir” en las etapas de “prevención de delitos” e “intervención”.
Los objetivos específicos del programa son “realizar un diagnóstico de la situación de los menores en situación de calle; asistirles en algunas necesidades básicas”; “desarrollar estrategias de prevención de comportamientos delictivos e intervenir de manera individualizada para ofrecer respuestas, a través del sistema de protección, adecuadas para que abandonen la calle”. También “coordinar a los agentes de la ciudad para la protección de los menores y el aumento de la paz social”.
Los primeros balances que del trabajo de campo del ‘Equipo Drari’, encargado de la tarea sobre el terreno, han realizado Elisa García-España y Jacqueline Carvalho, durante la primera implementación del proyecto se efectuaron 145 informes de diagnóstico individuales, uno por cada menor atendido, y cuatro diarios de campo (uno por educador o psicólogo).
El personal del proyecto realizó más de 2.000 asistencias de higiene y curación de pequeñas heridas, 40 sanitarias, 25 acompañamientos para solicitar protección legal, 28 actividades educativas y 21 de ocio.
El trabajo realizado consiguió que un total de quince menores no acompañados en situación de calle regresasen a Marruecos y que más de sesenta que antes la rechazaban aceptasen de forma puntual o permanente la tutela de la Administración en el Centro de Realojo Temporal de ‘La Esperanza’.
En total, 36 menores dejaron las calles tras ser contactados por el ‘Equipo Drari’ y 18 “desaparecieron” sin mantener contacto alguno con los trabajadores del PREMECE.
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