La Vicepresidencia Primera de la Ciudad Autónoma que dirige Mabel Deu, competente en materia de Menores, prevé cerrar en el plazo de un mes (“a finales de enero o principios de febrero”) el albergue para menores extranjeros no acompañados (MENA) de Piniers que habilitó como solución de urgencia durante el primer estado de alarma para aliviar la sobreocupación de ‘La Esperanza’ y prevenir la propagación de un posible brote de la enfermedad del coronavirus en el equipamiento de Hadu.
Tal y como adelantó este periódico a primeros de diciembre, el Centro de Realojo Temporal será finalmente el destino de los jóvenes que permanecen en los módulos ubicados en las proximidades del Príncipe.
Fuentes del Ejecutivo local explicaron este jueves que la Administración ya ha decretado la emergencia para acometer obras de reforma y acondicionamiento de los bajos del inmueble situado en la barriada de San José, en el mismo espacio en el que en su momento se habilitaron varias estructuras prefabricadas con forma de iglú cuya gestión se externalizó con la Fundación SAMU.
En lugar de recurrir a una solución parecida, la Ciudad ha optado ahora por proyectar unos trabajos que permitan alojar a los menores en condiciones mejores y más estables .
El Área de Menores ha trasladado ya esta semana a una quincena de jóvenes desde Piniers a ‘La Esperanza’, con lo que quedan por reubicar 101. No obstante, en enero cumplirán los 18 años y alcanzarán la mayoría de edad “alrededor de una veintena”, por lo que se calcula que la cifra de chicos a la que habrá que dar cabida en Hadu rondará los 75.
“En breve comenzará la ejecución de la obra con la intención de que a finales de enero o principios de febrero”, han augurado desde el Gobierno de la Ciudad, “se pueda trasladar a todos los menores y se deshabilite Piniers como centro de acogida”.
El número de menores tutelados albergados en ‘La Esperanza’ actualmente está por debajo de 200.
La Ciudad Autónoma abrió a finales de abril, en pleno primer estado de alarma, el centro de acogida de menores extranjeros no acompañados de Piniers, que fue equipado con un total de 32 módulos con calefacción con tres literas dobles cada uno, seis para formación, tres para administración, uno para enfermería, dos de vigilancia y control, 5 módulos de duchas y 10 de retretes con lavabo.
La parcela privada, de unos 6.000 metros cuadrados de superficie, también cuenta con una carpa “que se utiliza como comedor”, sistema de videovigilancia e instalación de red contra incendios. La gestión se dejó en manos de Cruz Roja.
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