Ciudad y CHG siguen negociando sobre los pantanos y la desaladora

Los máximos responsables del Gobierno de Ceuta que preside Juan Vivas y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) han mantenido esta semana una reunión en la que han acordado dejar en manos del gerente de Acemsa, Juan Manuel Sánchez Valderrama, y la directora técnica del organismo responsable de la gestión del agua en la demarcación de la ciudad, Carmen Nuria Jiménez, varios de los asuntos encallados entre ambas partes durante los últimos años, como la reapertura de los senderos que rodean los pantanos del Infierno y del Renegado o la recepción definitiva y traspaso a la Administración local del quinto módulo de la desaladora, que funciona “en pruebas” desde hace un lustro.

Fuentes del Ejecutivo local han destacado que la reunión se celebró “en un clima muy agradable” y “de plena y total colaboración por ambas partes”.

Con respecto al entorno de los embalses, desde la Ciudad Autónoma se ha reiterado que “hay voluntad para coordinar las actuaciones conjuntas”. El sendero del pantano del Renegado, primero, y el del Infierno, después, un área habitual de esparcimiento para los ceutíes, fueron clausurados a la entrada de personas ajenas a la Confederación ante su mal estado de conservación y el peligro que podía generar para cualquier viandante o deportista “como consecuencia de los desprendimientos de árboles de gran tamaño y piedras de los taludes sobre el camino”.

Durante la pasada legislatura se anunciaron contactos entre ambas partes que debían conducir a la firma de un convenio en virtud del cual la Ciudad se hiciese cargo de parte de su mantenimiento o de su coste, pero dichas conversaciones nunca tuvieron lugar o jamás llegaron a buen puerto.

El quinto módulo de la planta tiene costes de generación de agua más baratos

Con respecto a la desaladora, su recepción definitiva y posterior cesión a la Ciudad forma parte de un convenio que incluye otros elementos que se ha pactado “desgajar” para dar prioridad a la planta que nutre de agua potable a Ceuta, aunque los detalles también deberán ser concretados por Sánchez Valderrama y Jiménez.

Este quinto módulo ha permitido aumentar en 10.000 metros cúbicos la capacidad de generación de la planta y sus costes de producción son, según las fuentes consultadas por este periódico, sensiblemente inferiores a los de los más antiguos.

El más moderno se puso en marcha “en pruebas” y así sigue en manos de la concesionaria del resto de la infraestructura, a la que aún restan años de contrato como adjudicataria de la gestión de la misma, aunque supuestamente la del quinto módulo deberá salir a concurso por separado una vez que sea definitivamente entregado a la Ciudad.

Fomento retocará sus informes hidrológicos para el PGOU

El Gobierno de Vivas y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) también han tratado esta semana la gestión del visto bueno de esta última a los informes hidrológicos que le remitió la Consejería de Fomento para poder llevar de una vez el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) a su aprobación definitiva al Pleno.

El organismo de cuenca ha pedido “aclaraciones y subsanaciones” a la documentación presentada por la Ciudad que “ya se están preparando para su remisión durante los próximos días con el propósito de obtener el informe sectorial favorable”.

El Ministerio de Transición Ecológica advirtió al Ejecutivo local el 12 de julio del año pasado de la necesidad de incorporar a la Memoria Ambiental que se le había hecho llegar un dictamen de la Confederación Hidrográfica certificando que el documento se adecua al Plan de Prevención de Riesgos de Inundaciones.

A partir de ahí empezó una serie de desencuentros que llegaron a estallar en público entre la Administración local y la CHG sobre qué parte tenía la responsabilidad de que los dictámenes no recibiesen luz verde con más celeridad hasta el punto de que el Gobierno de Vivas pretendía aprobar el PGOU antes de que comenzase 2020 y no va a poder hacerlo ni siquiera antes de que termine.