La Ciudad Autónoma no cree que la solución o la prioridad para afrontar el fenómeno migratorio de los menores extranjeros no acompañados (MENA) pase por organizar un “reparto” de los que ya están en territorio español entre las distintas Autonomías, sobre todo si se plantea sin saber ni con qué criterios ni con qué financiación cuando “los niños no son algo ‘repartible”. La jefa del Área de Menores, Toñi Palomo, defendió el lunes en la IX Conferencia Sectorial de Inmigración, que no se convocaba desde 2015, que las Administraciones deben más bien empezar por “reflexionar sobre cómo cambiar el modelo de intervención porque tras más de una década vemos que el sistema de protección no responde a las demandas y necesidades de esos niños”, un “sentimiento compartido” por los representantes territoriales que se reunieron con la ministra Magdalena Valerio.
“Se obvia el componente socioeconómico de la migración porque son menores y migrantes pero no tienen formación ni permiso para trabajo, su acceso al sistema educativo es difícil, no existen empresarios que quieran contratar, no existen familias de acogida que quieran hacerse cargo, sus familiares muchas veces están en situación irregular”, enumera la jefa de Menores, departamento que este año ha conseguido “8 ó 9” reagrupaciones de MENA con familiares en el continente europeo.
La mayoría de los casos de MENA en Ceuta son de riesgo, no de desamparo
A juicio de Palomo, en ese contexto se crea un “callejón sin salida” desde el que “hay que mirar hacia Marruecos para trabajar: es un tema difícil y no es nuevo pero en lo básico nos podemos poner todos de acuerdo aunque no haya una varita mágica”.
La jefa de Menores considera que en la Ciudad “hemos dado un paso adelante con la Universidad de Málaga y ahora vamos a dar otro con Cruz Roja pero hacen falta más recursos materiales y humanos y estar preparados para una situación de avalancha”.
“Estamos en una situación de alerta y si llegasen 70 u 80 niños tendríamos que montar tiendas de campaña y no podríamos tener a niños en esas condiciones durante cuatro años”, advierte Palomo, que en la Sectorial recibió la preocupación manifiesta de la ministra por la situación en las ciudades autónomas y Andalucía.
Tal y como expuso ante el resto de regiones, “en Ceuta el problema es cuantitativo y cualitativo porque estamos violando todos los principios de un sistema de protección: es inimaginable hablar de 240 niños en un centro, no respetamos los procedimientos de valoración porque los protocolos obligan a desamparar solo por entrar o salir del territorio nacional, no se valora la situación geográfica de la ciudad, tampoco lo complejo que es para esos niños considerar que pueden estar 4 años en un centro porque su familia sea pobre...”.
La funcionaria explica que “la legislación nacional e internacional establece que ni la pobreza ni la discapacidad son motivos de ingreso en un centro de menores y Ceuta defiende la necesidad de un sistema de protección transnacional porque hay que abordar situaciones de riesgo, por un lado, cuando existe un problema familiar que no exige separación, y de desamparo, por otro, para, desde la separación, trabajar con tres medidas posibles: acogimiento residencial, familiar y adopción, siempre lo más estables que sea factible”.
“Para nosotros desde un punto de vista técnico”, añade Palomo, “la mayoría de los casos en Ceuta lo son de riesgo, no de desamparo, y no hay motivos para separar a los niños de sus familias pero sí para ayudar a estas para evitar el desarraigo por marginalidad, pobreza...”.
Entonces “nosotros creemos que es necesario en el norte del país vecino, que ha firmado las mismas Convenciones internacionales que España, sobre todo en la zona de la excepción de Schengen, en la provincia de Tetuán, aunque algunos niños vengan desde más lejos, crear una red contactos para evitar el éxodo de niños sometidos a un altísimo riesgo de explotación y que no se integran”. “A mí me parece relativo el éxito de nuestro modelo de intervención con niños en las calles deambulando perdidos, olvidados e invisibles y eso no puede ser”, alerta.
La ansiada por el PP reforma legal que, supuestamente, permitiría poner al otro lado de la frontera a los MENA marroquíes que llegan a Ceuta nunca se aprobó con Rajoy en La Moncloa y no parece viable: “Eso de la devolución… O la gente no se lee la legislación o no conoce los principios de la Convención de Naciones Unidas y la Constitución y el Consejo de Europa”, lamenta Palomo. “Tenemos el marco legal que tenemos y con él hay que trabajar. No se puede devolver a los adultos, menos a los niños. Eso no va a ser posible pero con la Universidad de Málaga”, ejemplifica Palomo casos de éxito, “ya hemos conseguido casos de niños que habían cruzado la frontera con amigos vencieran la vergüenza a volver gracias a un trabajo de mediación con sus familiares, aunque eso es más difícil cuando los padres no son de la región de Tetuán y no pueden entrar”. La funcionaria ve básico ese trabajo en el país vecino con el entorno de los menores migrantes “para conseguir convencer a las familias de que los niños corren peligro no solo jugándose la vida para entrar en un barco y llegar a la península sino también con redes de pederastia y tráfico de órganos o para utilizarlos como delincuentes”.
Palomo no cree que la Conferencia Sectorial del lunes fuese “decepcionante”. “Mi expectativa”, ha explicado a su regreso a Ceuta, “era que la ministra se sentase a escucharnos, que cuando menos es positivo. Se ha llevado una versión en vivo y en directo sin limitaciones para hablar durante cuatro horas. Fue una reunión importante para que se hiciera un mapa y me manifestó una enorme preocupación por Andalucía y las ciudades autónomas”. Desde su punto de vista “la reunión ha marcado un hito y ahora hay que bajar al territorio y ponerse a trabajar”. El 5 de septiembre habrá otra reunión con representación ministerial específicamente sobre menores (hasta ahora el tema se trataba a escala de Dirección General de Infancia”.
El Área de Menores espera más apoyo económico pero también “más implicación de la UE y reforzar la frontera con un nuevo diseño, más recursos y más ayuda humanitaria...”. Palomo también ve necesario elaborar “planes de contingencia por si hubiese una avalancha, compartir un protocolo con Melilla y Andalucía para situaciones de emergencia, otro tipo de intervenciones, reformas legislativas, revisar los protocolos obsoletos en algunos aspectos, etcétera”.
La jefa del Área de Menores de Ceuta cree que las instituciones tienen que afrontar el fenómeno migratorio “siendo realistas y pragmáticos”. “No creo acertado crear centros de protección en Marruecos: en España”, recuerda, “había muchos niños pobres y se cambió la ley con una red de ayudas a las familias para no tener que separar más que a los niños víctimas de negligencias, abusos… No podemos ver normal que haya niños que recorran medio mundo solos. Nos escandalizamos con que Trump separe familias pero vemos normal que un niño aquí cruce la frontera, se meta en un barco y llegue hasta Suecia... No podemos hacer como si no tuviera arreglo”
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