La
Ciudad trabaja para que una empresa se encargue del servicio de recogida, almacenamiento y transporte marítimo-terrestre, al gestor final en la Península, para la valorización de los
neumáticos fuera de uso generados en nuestra ciudad.
La recogida consiste en el acopio y agrupación, incluida la clasificación y almacenamiento inicial de los NFU, para ser trasladados posteriormente hasta instalaciones de valorización en la Península.
El
adjudicatario, en calidad de gestor de residuos, establecerá y programará la recogida según características de generación de este residuo en la ciudad, que será acorde, en todo caso, con el al ámbito de aplicación del servicio.
El almacenamiento deberá llevarse a cabo en instalaciones que cumplan con unas adecuadas condiciones de seguridad y salubridad, debiéndose realizar éste según condiciones técnicas contempladas.
La operación de traslado de los neumáticos desde el lugar de almacenamiento temporal hasta su lugar de destino o instalación de valorización en la Península.
Los neumáticos fuera de uso serán cargados, en adecuadas condiciones, en vehículos aptos para el transporte de este tipo de mercancía.
Almacenamiento durante dos años
La entrega de los neumáticos fuera de uso al gestor final de la Península deberá fundamentarse en la jerarquía de gestión de residuos establecida preceptivamente. El destino principal será el recauchutado, el reciclaje y otras formas de valorización.
El período de almacenamiento de los NFU en las instalaciones del adjudicatario deberá llevarse a cabo en adecuadas condiciones de salubridad, de seguridad y en ningún caso, tendrá una duración superior a dos años.
La instalación estará situada a una distancia respecto a zonas forestales o herbáceas u otra instalación industrial que proporcione suficiente seguridad
frente a la propagación de incendios, sin perjuicio del cumplimiento de las distancias exigidas por otras disposiciones vigentes.
Solo podrán almacenarse neumáticos fuera de uso que no estén mezclados con otros residuos o materiales. Los neumáticos podrán almacenarse enteros o reducidos a trozos, gránulos o polvo.
La instalación será de acceso restringido y, por lo tanto, estará vallada o cerrada en todo su perímetro. La zona destinada específicamente al almacenamiento estará aislada de las demás dependencias de la instalación si las hubiera.
La instalación estará dotada de accesos adecuados para permitir la circulación de vehículos pesados. Además Estará protegida de las acciones desfavorables exteriores de modo que esté impedida la dispersión de los neumáticos en cualquiera de las formas en las que estén almacenados, es decir, enteros, troceados o reducidos a gránulos o polvo, o el anidamiento de insectos o roedores.
La zona específica de almacenamiento de los neumáticos enteros estará compartimentada en celdas o módulos independientes con una capacidad máxima de cada una de ellas de mil metros cúbicos.