Como todos los años, los ceutíes no faltaron a su cita con el Señor de Ceuta, con el Cristo de Medinaceli. El tradicional besapié que tiene lugar en la Santa Iglesia Catedral el primer viernes del mes de marzo contó con multitud de caballas que fueron a rendir pleitesía a una de las imágenes, por no decir, la imagen más venerada de nuestra ciudad. Es el único día del año, junto a los que permanece en su Casa de Hermandad durante la Semana Santa, en que el Medinaceli abandona su hogar en la Parroquia de San Ildefonso.
Es una cita esperada, porque son muchas personas que acuden a este besapié para testimoniarle su consideración ante la fe que arrastra el mismo Cristo o bien porque se haya cumplido la petición que se le hizo. El Señor de Ceuta permaneció durante bastantes horas en un altar preparado por los miembros de su Cofradía.
Al igual que todos los años, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, a pesar que a las doce de la mañana emprendió viaje a Palma de Mallorca para asistir a la Convención Nacional de su partido, estuvo unos minutos para cumplimentar al Señor de Ceuta y después posó con todos los miembros de la junta directiva de la Hermandad.
Ya, la próxima cita del Medinaceli será ya en la Semana Santa ceutí con el traslado desde la Iglesia de San Ildefonso hasta la Casa de Hermandad y luego el recorrido procesional el Lunes Santo por las calles del centro de la ciudad.
La especial relación que los ceutíes tienen con el Cristo de Medinaceli volvió a quedar ayer patente con las colas que se formaron para poder acercarse hasta el altar donde se encontraba la imagen del Señor de Ceuta. No podía ser de otra manera.