La Consejería de Educación y Cultura ha iniciado los trámites para la licitación de un nuevo contrato de vigilancia y seguridad del
Museo de San Ignacio, en las
Murallas Reales, después de que la empresa adjudicataria de este servicio, Novosegur, haya entrado en concurso de acreedores y suspendido la prestación del servicio, según han comunicado sus administradores a la Consejería. Debido pues a causas ajenas y sobrevenidas a la Administración, el museo, en el que se expone la
Colección Bertuchi, permanecerá cerrado temporalmente por la ausencia de vigilantes. En cualquier caso, y aunque el nuevo contrato se está gestionando ya, la Consejería está barajando otras alternativas para que ese cierre tenga la mínima afectación posible y mantener abierto al público este espacio expositivo mientras se culmina la licitación. Seis meses es el tiempo que el único trabajador de la empresa de seguridad Novosegur lleva sin cobrar y sin que, de momento, ningún responsable de la entidad le haya dado alguna explicación sobre el motivo.
El único trabajador de la empresa de seguridad lleva seis meses sin cobrar
Este trabajador desempeñaba su contrato como vigilante de seguridad en el Museo de Ceuta de las Murallas Reales desde hace tres años, el mismo tiempo que hace que esta empresa lo contrató para desarrollar este servicio adjudicado por la Ciudad. En todo este periodo asegura que no ha ocurrido ningún percance similar, al menos en lo que a duración del problema se refiere. “Alguna vez ha habido problemas de retraso en los pagos, pero nunca se han retrasado como ahora que llevo seis meses sin cobrar”, aseguró el afectado. Esta empresa ya tuvo problemas hace unos años con la plantilla de trabajadores de la Clínica Militar, aunque en esa ocasión se solventó en menos de dos meses. Ahora, el empleado teme que, al ser la única persona contratada para este servicio, no pueda hacer la “suficiente fuerza” para recibir los emolumentos que le deben. El empleado también ha elevado sus quejas a la Ciudad, entidad contratante de la empresa de seguridad, aunque “tampoco han hecho nada”. El caso está ya en manos de los sindicatos y este trabajador confía en que su situación se solucione a la mayor brevedad posible.