La concentración en rechazo de Santiago Abascal terminó como no debía, pero también como se iba temiendo conforme pasaban las horas. Más de mil personas llenaban la
plaza de África para mostrar su rechazo a Vox pero, sobre todo, a la figura de Santiago Abascal a quien no perdonaban que hubiera dudado de la españolidad de muchos ceutíes. Acudían a la plaza de África después de que el TSJA se pronunciara validando la decisión de la Delegación del Gobierno de no permitir el mitin de Abascal en la plaza de los Reyes. En torno a las 18:00 horas, el partido comunicaba que no lo haría pero que mantenía una rueda de prensa con los medios de comunicación que luego no fue tal, ya que resultó una declaración sin opción a preguntas. El conocer esa cita con los medios llevó a cientos de personas a acudir a la plaza de África para posicionarse frente al hotel la Muralla y gritar al líder de
Vox, mientras todo el entorno se iba blindado de policías, incluso con el jefe superior a la cabeza que se llevó una pedrada en la pierna en el momento de producirse las cargas policiales que han dejado 7 personas heridas y atendidas por el 061, todas de carácter leve.
Las cargas se produjeron después de que alguien arrojara una silla de playa y después una piedra, cuando decenas de personas acudían corriendo a la puerta paralela del hotel pensando que por allí iba a salir el líder de Vox. La silla y la piedra no se lanzaron desde el grupo de gente, que intentaban ser contenidos por los propios manifestantes, sino de la parte lateral. La aparición de esa silla por sorpresa y varias piedras, llevó a que un agente efectuara la primera de las cargas a la que le seguirían otras, desencadenándose una auténtica locura. Persecuciones, gritos, más policías, corte del tráfico para salvaguardar la seguridad de los coches, carreras, lanzamiento de piedras, botellas de agua y huevos... y más cargas.
En el camino heridos, personas mareadas, gritos, mucha gente grabando con teléfonos móviles, los árboles de la plaza de África destrozados al igual que las plantas, coches dañados por lanzamiento de piedras -muchos de ellos de la
Policía Nacional- y las flores ornamentales del puente del Cristo destrozadas, lo que ha indignado a muchos. Pero de lo malo también llega lo bueno, porque poco después una señora musulmana limpiaba todo y ponía flores al Cristo de nuevo, significando su respeto.
Y es que todo se volvió caótico y ya nada podía ser controlado. Las cargas policiales comenzaron a expandirse por todos lados, plaza de África, puente del Cristo y después la Gran Vía, procediéndose de inmediato al desalojo de la plaza y a que la gente fuera abandonando el lugar. La Policía establecía cordones de seguridad y se reclamaba apoyo para evitar más daños colaterales.
Así, después de la famosa silla de playa y la piedra que el jefe superior recordará se pasó a un descontrol que se extendería hasta casi las diez de la noche. Los enfrentamientos era lo que nadie deseaba pero lo que al final se produjo, lo que deberá llevar a posteriores reflexiones del futuro que se quiere para Ceuta y de las maneras de abordar situaciones como esta sobrevenida.
Hubo también detenciones, que derivarán en actuaciones judiciales por los incidentes acontecidos. En el lugar de los hechos había además no solo agentes uniformados sino también un gran despliegue de paisano y de componentes de los servicios de información actuando sobre el terreno para recabar los datos de todo lo acontecido. Por cierto, mientras se producía la tangana, ya nadie se fijaba si Abascal se iba del hotel o se quedaba dentro.
Antes de todo esto, las personas concentradas en la Plaza de África lanzaban gritos e insultaban al líder de Vox al que de manera continuada recordaban a su madre. También le decían “racista” y “fuera, fuera”, haciendo sonar sus cacerolas y exhibiendo banderas de España. “¡Vox, racista, fuera de mi vista!”, gritaban. Mientras del parador no salía Abascal pero sí miembros de Vox para ver cómo la gente gritaba, así como la cúpula formada por Verdejo, Patxi y Redondo, del que solo horas antes se había difundido un audio con una voz muy parecida a la suya mostrando su discrepancia contra el número 1 de la formación. Subidos incluso a las farolas de la plaza, los congregados coreaban “¡Viva España! ¡Viva Ceuta! ¡Fuera racistas!”, besando la bandera de España.
“Fuera fachas, made in spain”, se leía en pancartas que portaban las personas que airadas demostraban no querer a Abascal. Los concentrados le gritan a Abascal: “¡Cobarde y fuera de Ceuta!”, mientras hacían todos una sola voz de protesta. “¡Con Ceuta no se juega!”. Los airados contra Abascal le estaban gritando para que se enterara que ellos eran musulmanes y españoles.
“¡Soy español, fuera Abascal y fuera los fachas!”, mostrando su libro de nacimiento, su documentación, su DNI... A este ambiente se sumaban aquellos que mostraban su malestar formándose dos grupos diferenciados: los de Vox a un lado y los demás, produciéndose momentos de tensión entre unos y otros.
Y todo esto pasaba en la calle, mientras en el interior del Muralla seguía la cúpula encerrada. La concentración era el punto y final a una jornada en la que desde primera hora de la mañana se había demostrado que nadie quiere provocaciones. Por eso los portavoces firmaron una declaración en favor de la convivencia, a la que no se quiso sumar Vox.
Una declaración institucional en defensa de la convivencia, de la unidad y de la responsabilidad para abstenerse de participar en actos públicos, concentraciones o manifestaciones que, por su propia naturaleza, distraigan a los Cuerpos de Seguridad de su principal cometido, que no es otro que preservar la seguridad y tranquilidad de los ceutíes. En dicha declaración se recalcó que, dentro del espíritu que llevó a la firma de un manifiesto en defensa de la convivencia en enero de 2020, se quiere ahora apelar a la conciencia de todos los ciudadanos para evitar que “las actitudes provocativas y en especial aquellas que dudan de la fidelidad de los ceutíes a la españolidad de Ceuta” puedan resquebrajar la convivencia de la ciudad. No citan expresamente al líder de Vox, Santiago Abascal, pero fue quien, en una intervención improvisada en la plaza de África la semana pasada, lo hizo.
En la misma declaración, que no quiso ser suscrita por Vox, se apelóal sentido de la responsabilidad para “abstenerse de promover y participar en actos públicos, concentraciones o manifestaciones que por su propia naturaleza distraigan a las fuerzas de seguridad de lo prioritario, que es contribuir a la seguridad”. Y es que ese tipo de actos pueden provocar una “innecesaria y preocupante excitación del estado de ánimo de la población en general”, advierten todos los portavoces menos Vox.
La Junta de Portavoces respaldaba las decisiones que “de acuerdo al estricto cumplimiento de la ley adopten las autoridades competentes en relación a los fines expresados en esa declaración”. La Delegación del Gobierno ha prohibido las concentraciones de esta tarde, pero Vox mantiene la cita incumpliendo por tanto la resolución adoptada, por lo que desde la plaza de los Reyes ya se ha dicho que se van a adoptar las medidas oportunas. Vox quiere llevar a Abascal a la plaza, a las 20:00 horas, a pesar de que se han convocado actos en su contra después de las últimas declaraciones vertidas.
Este acto se ha producido después de que Vox confirmase a las 18:30 horas de esta tarde que suspendía el 'mitin' que tenía previsto dar su cabeza visible, Santiago Abascal, después de anunciar el recurso contra la decisión del TSJA. Según el partido lo hace porque además de que están colocando vallas en la plaza, lo que entienden que es un veto a su decisión de concentrarse, porque quieren esperar a que la justicia ampare su derecho fundamental a manifestarse. Así, finalmente Abascal está realizando unas declaraciones a los medios de comunicación en la plaza de África donde se han concentrado miles de personas tanto contrarias, como a favor del lider de Abascal.