Cientos de porteadores vuelven a entrar en los polígonos de madrugada

Pasan parte de la noche en naves, casas y alrededores hasta recibir bultos de las consignas. Los asaltos se repiten tras las expulsiones a Marruecos de hace semanas. La UIP de la Policía Nacional logró ordenar la ‘montaña’ de camalos y bultos.

El viento arrastraba el rumor de la multitud hasta el aparcamiento del CEIP ‘Príncipe Felipe’ en la mañana de ayer. En el transcurso de la madrugada, cientos de porteadores se apostaron a ambas orillas de la calle que separa el polígono de Alborán de La Chimenea. La inmensa mayoría de unos 300 esperaba la apertura del puente del Biutz sobre su bulto, custodiándolo mientras soportaba de manera estoica los empujones y otras artimañas de los competidores donde impera la ley del más fuerte.
A diferencia de las intervenciones de desalojo comunicadas en septiembre por la Jefatura Superior de la Policía Nacional, anoche no se les expulsó de las naves a Marruecos. Sin embargo, según los guardas nocturnos contratados por los comerciantes, esta intrusión paró tras sucesivos golpes policiales hasta que, desde hace unas semanas, vuelve a repetirse. La presunta vía del asalto: descenso por la loma sobre Alborán y trepando por las vallas que rodean el perímetro.  
Los comerciantes consultados manifiestan su incomprensión ya que la frontera está cerrada a los porteadores hasta las 7:00 de la mañana, de modo que no podrían estar en la ciudad autónoma antes de esa hora, como sí ocurrió ayer. Tampoco debería haber bultos –suministrados por las consignas– puesto que los almacenes están cerrados a esa hora.  
Por esta razón, tanto auxiliares como policías nacionales concluyeron que los porteadores duermen en los alrededores de los polígonos, en las denominadas naves patera e incluso en casas que les acogen por entre uno y cinco euros en función de las comodidades: de un colchón al suelo.  
Antes de las 6:00, los camalos forman una auténtica ‘montaña’, mientras que las calles por las que discurre la fila de mujeres permanecían desiertas ayer. Rivalizan por conservar uno de los primeros puestos ya que eso significa que podrán ganar al menos 30 euros. Se embolsan más si consiguen dar otra vuelta, aunque cada vez resulta más complicado por el incremento de marroquíes que se dedican al comercio atípico.   
Sobre las 6:30, aparecieron los efectivos de la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional (UIP), grupo encargado de la seguridad en los polígonos con el apoyo de los auxiliares en las labores de traducción, colocación y desinstalación de las vallas. Los policías admitieron que es harto complicado organizar a tal cantidad de personas e implica mayor dificultad, si cabe, por su desorden. Las avalanchas, el peso de los bultos y las embestidas que pueden ocasionar las sillas de ruedas y otros carros que en ocasiones se usan para el transporte de paquetes, cargan esta misión de múltiples riesgos para los agentes.
A pesar de la tensión, varios efectivos de esta Unidad se internaron en el ‘corralito’, donde los porteadores se elevaban varios metros por encima de los policías. Les instaron a recuperar la homogeneidad y a colocarse en fila de una persona por turno. Imposible. Los agentes regresaron al furgón y usaron la megafonía sobre las 7:15: “Mientras que no forméis una columna de uno, por motivos de seguridad,  permanecerá cerrado el Biutz”. Un ultimátum, cuya traducción corrió a cargo de los auxiliares, y que los porteadores desatendieron, lo cual obligó a la UIP  a mover los bultos y sus propietarios de la posición que ocupaban. Fueron momentos de nerviosismo y peleas. Los empresarios, curados de espanto y en previsión de cómo amanece el Tarajal, construyeron sus propias barricadas para contener a la masa e impedir que crucen por delante de sus naves ya que ahuyentan al cliente.
Por otra parte, los peatones que intentaron cruzar la frontera del Tarajal con mercancía recibieron la “negativa” de la Guardia Civil y la Policía Nacional. “No entendemos por qué nos impiden la entrada si hemos comprado los productos de manera legal en Ceuta”, se preguntaron los transeúntes.

Unos 50 parados ceutíes en el Biutz para ganarse la vida

Un portavoz de la Asociación de Parados de Ceuta abandonó unos instantes la cola de hombres para declarar que entre 50 y 60 ceutíes se dedican a trasladar bultos entre Ceuta y Marruecos porque no consiguen un empleo en la ciudad autónoma. “Ni un euro percibimos y hay que buscarse la vida”, explicó. No obstante, criticaron que los nacionales tenían antes la ventaja de que podían ocupar los primeros puestos en la fila porque los marroquíes entraban en Ceuta a partir de las 7:00. “Ahora duermen en la ciudad y llegamos a la vez”, lamentó.

Queja de los guardas nocturnos del Tarajal. “Llamamos a Emergencias para alertar de que han entrado y ya ni cogen el teléfono”

Atónitos observan, desde hace unas semanas, la acumulación de porteadores sobre los bultos apilados en el ‘corralito’ –entre La Chimenea y Alborán– de madrugada. A pesar de sus “constantes llamadas a Emergencias para alertar de que han entrado en los polígonos sin autorización, ya ni descuelgan”, explicó un portavoz. Alrededor de las 6:00 horas, telefonearon sin que hubiera respuesta, como pudo comprobar este periódico. “Además”, manifestó uno de ellos aún de servicio , “hay ladrones entre ellos y nos amenazan. Cualquier día habrá una desgracia...”. Los guardas, que quisieron despejar cualquier duda sobre su relación laboral con los comerciantes y garantizaron que disponen de contrato, señalaron que la deriva de la situación les da “miedo”. “Hace poco me tuve que enfrentar a cinco ladrones; me amenazaron spray de pimienta en mano”, desveló. Este grupo, que destaca que lleva una decena de años de servicio, llegó a oír anoche detonaciones en Alborán.

Cortes en el Biutz por el tamaño del bulto. La fila de mujeres llegaba a los negocios de la frontera sobre las 6:00 de la mañana.

En otro punto de la frontera, la antesala de las jaulas que llevan a la Puerta Norte, decenas de mujeres pernoctaron parte de la madrugada. Sobre las 6:00, la cola femenina llegaba hasta los edificios que albergan los negocios próximos a la frontera del Tarajal ya sea porque pernoctaron frente a la rotonda o en los alrededores.  En cuanto a la fluidez del puente del Biutz, el intento de pasar con dos y tres bultos a la espalda provocó cortes de circulación intermitentes que ralentizaron la fluidez, según pudo conocer este periódico. De igual manera, la retirada de las fuerzas de seguridad marroquíes de este túnel de mercancías empeoró la situación que tuvo que ser reconducida por el coordinador de servicios de los polígonos del Tarajal, los auxiliares de seguridad y la Policía Nacional.

Intrusos pretenden colarse por el Biutz

Al parecer, algunos porteadores aprovecharon que el lado marroquí del Biutz estaba desprotegido porque los aduaneros se retiraron para intentar entrar en la ciudad autónoma a través de los tornos. Los auxiliares de Seguriber alertaron a la Policía Nacional de los individuos que aprovecharon la situación.