No hay peor ciego que el que no quiere ver. La sabiduría del refranero español nos explica de una forma descriptiva la ceguera de la tozudez. Y en esas estamos, en confundir las churras con las merinas y perseverar en el error.
Confundir la tozudez con la perseverancia es el primer signo de que nos hemos aventurado en la cerrazón sin sentido. Una cosa es defender nuestras respectivas opiniones, y otra muy diferente rechazar la contraria porque nos sale del hígado.
Los fingidos sollozos de los radicales, inmisericordes con ellos mismos cuando se han aplicado purgas internas, resultan más que hastiados intentos de manipular la opinión pública con la amenaza de que “viene el lobo”. Eso ya lo intentó, hace décadas, Alfonso Guerra con el vídeo de los doberman azuzando al público en una burda comparación con el PP. Como burdos, groseros y soeces fueron los casos de corrupción asociados a él.
No, VOX no es un partido político “ultraderechista”, ni tampoco VOX es a la derecha como Podemos es a la izquierda.
VOX, en todo caso es un partido conservador que ha recogido esa ideología abandonada por el Partido Popular. Ni VOX tiene propuestas ultraderechistas como el fascio socialista, ni declara ninguna intención ilegal ni anticonstitucionalista como sí lo hacen Podemos, algunos sectores del PSOE y sus socios en el Gobierno de España: PNV, PdCat, ERC, Bildu…
Ya me dirán qué tiene de ultra o peligroso un partido político que lo hace todo con luz y taquígrafo, ajustándose a la ley, y es más, defendiendo la ley donde no llega, o no quiere llegar el gobierno de la nación, como es el caso de los golpistas catalanes.
Un ejemplo ha sido el acuerdo para permitir el nuevo Gobierno andaluz, cuyos puntos y firmas se han hecho públicas de inmediato, al contrario que los oscuros y secretos acuerdos del PSOE, Podemos, Bildu y demás, que muy a pesar nuestro desconocemos.
Otro ejemplo son las condiciones que trata de imponer: disminución de subvenciones, eliminación de chiringuitos de caraduras que viven a costa del erario público sin dar un palo al agua, supresión del impuesto de donaciones y sucesiones, eliminación del gasto público inútil, fomento de las ayudas a las familias, expulsión de inmigrantes ilegales que delinquen… ¿Qué tiene eso de ultra o de radical? frente a lo poco que sabemos del primer pacto del PSOE con Podemos en el que pretendían la Seguridad Nacional, el CNI, las televisiones públicas, etc. Usted decide ¿Quiénes son los verdaderamente peligrosos?
Lo mejor de todo esto es que Cs ha mostrado su verdadera faz: un partido de izquierda, oportunista, y voluble, que se lleva mejor con el PSOE que con cualquier otro partido, y que se nutre de engañar a los votantes de derechas.
Lo de las radicales intentando demonizar a VOX, con insultos de por medio, y todo porque amenaza con quitarles sus chiringuitos es de aupa. Eso es algo como “Excusatio non petita, accusatio manifesta”.