El empresario da las claves de su nuevo proyecto, adelanta el próximo y reafirma los valores de la nobleza y el sacrificio Con la elegancia que le define, el joyero Carlos Chocrón anunció ayer la creación y puesta en marcha de la Escuela de Artes y Oficios Joyeros de Ceuta, “institución que está orientada a formar a jóvenes becados, dotados de talento y capacidad artística aunque con escasos recursos económicos”, dijo el empresario quien estuvo flanqueado a izquierda y derecha por el director de la Joyería Chocrón, Manuel Mur, y por el abogado Guillermo Martínez, respectivamente.
Asimismo, antes de proceder a dar detalle e impresiones acerca de la creación de la escuela de joyería, reseñada en el inicio del cuerpo de la presentes letras, Chocrón también quiso anunciar “un sueño y una ilusión” concerniente a la construcción de un jardín botánico en cuyo interior pudieran disfrutarse de diversas variedades y especies de la flora autóctona de la franja mediterránea y atlántica, “principalmente de la naturaleza africana”, puntualizó el insigne empresario quien además alzó la mano para mostrar la imagen de algunos de los parques botánicos de prestigio mundial y que bien pudieran servir de referencia al futuro enclave ceutí.
No obstante, para que el sueño pueda cristalizar en realidad, Chocrón lanzó “un órdago al Estado, al Gobierno ceutí, a las empresas petrolíferas y navieras para que se sumen a este proyecto que, a buen seguro, traería muchísimo turismo a la ciudad y daría un impulso laboral, tan necesario en estos tiempos difíciles”, expresó el empresario quien además propuso un lugar para susodicho parque botánico: “Por ejemplo, estaría muy bien que se hiciera en García Aldave”.
Pero hasta entonces, la engrasada y noble maquinaria de la Fundación Chocrón prosigue con algunos de los objetivos que le han otorgado un exclusivo y admirado estilo en Ceuta y allende el Estrecho, “unos objetivos”, prosiguió Chocrón, “que radican en velar por la identificación, preservación y transimisión de los valores y técnicas artesanales orfebres, heredadas generacionalmente y concebidas como verdadero patrimonio cultural; en impulsar y promover la formación en joyería artesanal a través de la creación de la escuela de Artes y Oficios Orfebres, integrada por jóvenes alumnos, así como su difusión y disposición al público en general; fomentar el conocimiento y la divulgación del noble arte orfrebre, impulsar la investigación sobre nuevas técnicas artísticas y profesionales en manafactura de joyería; o divulgar a través de los medios de comunicación el papel social , económico y cultural que el sector joyero ha desempeñado históricamente en el pasado, el ejercicio en el presente así como la labor a desempeñar en el futuro”, narró Chocrón.
Asimismo, para el cumplimiento de tales objetivos, la Fundación Chocrón lleva a cabo diversas actividades, entres las que destacan la creación de la mencionada Escuela de Artes Orfebres de Ceuta; la realización de actividades relacionadas con el arte novel, tales como premios de poesía, narrativa, piano, fotografía, pintura, entre otras; patrocinio de distintos eventos culturales, como conciertos, obras de teatro, danza o exposiciones temáticas; organización e impulso de conferencias, cursos, seminarios, congresos y todo tipo de eventos de distintos ámbitos de interés social; o la colaboración y participación de la asistencia de otras entidades y organizaciones sin ánimo de lucro.
Tales objetivos y tareas, muchos de ellos ya en marcha, tienen su último ejemplo en la citada escuela, cuyas clases se desarrollan en un espacio otorgado por la ciudad y que está ubicado en la avenida de Madrid, y su presupuesto inicial es de 200.000 euros.
La Escuela, que ya tiene una docena de alumnos, “la mayoría chicas, que están poniendo fuerza e inteligencia”, aseguró el empresario, pretende asimismo matricular a ocho personas más, “al menos dos o tres oriundos del país vecino”. Para ello, es decir para acceder a las clases, se exige a los aspirantes encontrarse en el paro y carecer de experiencia laboral. Igualmente, se valora no tener estudios y la edad del postulante y, por supuesto, respetar y tratar de seguir el ejemplo que confiere el inconfundible y noble estilo de Chocrón y su Fundación.