El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado a Mohamed L.A., apodado ‘Chino’, a una pena de 10 años, 9 meses y 3 días de prisión por delitos de tenencia ilícita de armas, atentado y hasta once tentativas de homicidio, después de que en mayo de 2016 efectuara al menos 15 disparos cuando agentes de la Policía Nacional acudían a su domicilio de la Cuesta Parisiana a detenerlo.
El acusado, conducido hasta la Sala, ha reconocido los hechos aprovechando para pedir perdón a la Policía. Ha dicho que obró de esa manera porque “estaba drogado”, había tomado cocaína y whisky y “no sabía lo que hacía”. Ese reconocimiento de los hechos ha posibilitado que haya habido negociaciones previas entre la Defensa y el Ministerio Fiscal lo que se ha traducido en una rebaja de la pena inicialmente solicitada en su calificación original por el Ministerio Público. Se ha suprimido la agravante de abuso de superioridad y se ha aplicado una atenuante de dilaciones indebidas.
La sentencia dictada por el tribunal in voce –de viva voz- se corresponde con el global de los delitos imputados aplicándose las normas concursales. Al ahora condenado le queda enfrentarse en breve a otro juicio, esta vez bajo tribunal de Jurado, por la muerte del apodado ‘Mape’. Se le condena por once homicidios en grado de tentativa en concurso real, a su vez en concurso ideal con uno de atentado y en concurso real con uno de tenencia ilícita de armas.
Visionado de una grabación policial y narración de los hechos
En la vista judicial celebrada este jueves en la Audiencia se ha escuchado la declaración a través de videoconferencia de quien era jefe de la UDYCO, lo que ha posibilitado conocer cómo llegó la Policía a la figura del ‘Chino’ y cómo se montó el operativo para dar con él. Se tenían bajo sospecha tres posibles viviendas en donde se había escondido ese 17 de mayo de 2016, al saberse buscado por el crimen de ‘Mape’: la casa de una amiga, la de su mujer y la de su madre.
La Policía estableció tres dispositivos de control hasta que vieron al ‘Chino’ en la vivienda de Parisiana, en la azotea, verificando además la presencia de otro individuo que se encargaba de vigilar los alrededores de esta casa para alertar de la llegada de los agentes. Cuando los policías decidieron la entrada y registro bajo mandato judicial, fueron recibidos a disparos, produciéndose un cruce entre los que efectuaba el ya condenado y los de los agentes, que se identificaron plenamente y que a gritos le decían que se entregara. Durante tres minutos el ‘Chino’ se resistió hasta que se entregó tirándose al suelo en donde fue engrilletado y arrestado.
Durante la sesión judicial celebrada hoy se ha podido visionar la grabación que hizo la propia Policía y que refleja cómo fueron esos momentos de la entrada a la casa en donde se ocultaba el ‘Chino’ y cómo se produjo el cruce de disparos. El propio acusado ha sido testigo del visionado de la grabación policial.
En su informe la representante del Ministerio Fiscal ha fundamento la petición de condena en la existencia clara de pruebas que fundamentan los tres delitos por los que se le acusa, detallando que el acusado tenía pleno conocimiento de lo que hacía y de que a quienes disparaba eran policías nacionales. Supo del riesgo de su acción de disparar pero continuó con la misma, efectuando al menos 15 disparos y pudiendo lesionar a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía desplegados. No se entregó ni salió de la vivienda hasta verse completamente rodeado y sin salida. Fruto de sus declaraciones en fase de instrucción quedó claro que en todo momento que era consciente de lo que hacía. 10 años, 9 meses y 3 días es la pena dictada por su actuación.
Se cierra así un capítulo de la historia reciente policial complicado y que tuvo su origen en la muerte del apodado ‘Mape’ en la barriada del Príncipe. De inmediato a la Policía se le dio el nombre del ahora condenado como presunto autor, organizándose un dispositivo de búsqueda permanente durante horas, en unos momentos delicados porque se sabía que el buscado tenía un arma pero no se daba con él.
Finalmente al comprobar dónde se escondía se pudo montar la operación, que terminó con su arresto y posterior traslado a las dependencias policiales. Ya en sede judicial no se ordenaría prisión provisional por estos hechos, sino por el crimen del ‘Mape’, desgajándose dos causas distintas: la de hoy, juzgada por un tribunal profesional y la que juzgará un Jurado.
Justo se cumplían cuatro años de los hechos y hace unas semanas se celebró una comparecencia de prórroga de detención del ‘Chino’ para evitar que fuera puesto en libertad ya que se cumplía su periodo máximo en prisión preventiva. En ese momento no quiso conformarse con una rebaja inicial de la pena que hoy, en cambio, aceptó celebrándose la oportuna vista judicial.