A los 83 años de edad nos ha dejado el gran gurú del medio audiovisual en España, la persona que con infinita auto exigencia y un puro en la boca sentó a todo el país frente a la televisión y le dio lo que quería ver. Ha muerto Narciso Ibáñez Serrador, “Chicho” para todo el mundo. Víctima de una legendaria mala salud, padecía una enfermedad degenerativa y fue ingresado hace unos días en un hospital de Madrid a consecuencia de una infección que ha terminado acabando con su vida.
El jefe absoluto de tantos y tantos rostros conocidos del mundo del entretenimiento, descubridor de un par de generaciones de artistas era hijo del actor y director teatral Narciso Ibáñez Menta y de la actriz Pepita Serrador, luego el tema del espectáculo le venía de muy adentro.
A principios de los años 60 se incorporó a las filas de Televisión Española, ente con el que tendría una larguísima e íntima relación profesional y personal a lo largo de toda su carrera.
En el terreno de lo cinematográfico, no hubo tiempo para todo, no fue especialmente prolífico, pero las dos incursiones en el mismo se convirtieron gracias al dominio que tuvo del manejo de los tiempos y de lo que no se ve. ¿Quién puede matar a un niño? (1969) o La residencia (1976) son las dos joyas que contribuyeron, además de lo que representaba su alargada sombra, a que poniendo el parche antes de que la fatalidad hiciera salir el grano, le otorgaran este mismo año el merecidísimo Goya de Honor a una trayectoria irrepetible. Directores de la talla de Álex de la Iglesia, Alejandro Amenábar, Juan Antonio Bayona o Jaume Balagueró han reconocido la indudable influencia que ejercieron en ellos las películas del Hitchcock español del puro en la boca y el aire de despistado amable que en realidad controlaba absolutamente todo lo que acontecía a su alrededor.
Modernizó la televisión gracias a series y programas como el concurso Un, dos, tres...responda otra vez, algo inédito en tiempo y lugar. El programa debutó en 1972 y se mantuvo en antena durante nada más y nada menos que 33 años, 22 de ellos ininterrumpidamente, batiendo récords de audiencia de la mano de presentadores como Kiko Ledgard, Mayra Gómez Kemp, Míriam Díaz Aroca, Jordi Estadella o Luís Larrodera, que fue el último en 2005.
Pero aunque Un dos tres… responda otra vez fue la bandera de un estilo y del éxito, Chicho Ibáñez fue pionero con programas como Waku-Waku, con Nuria Roca y estrenado en su primera etapa en 1989 con Consuelo Berlanga (¿a quién iba a ocurrírsele poner en la parrilla un programa animalista?) o Hablemos de sexo (1990), que se explica por sí solo y que supuso el primer programa de divulgación sexual de la televisión pública y toda una pica en Flandes para España.
También quedan para la memoria sus eternas y terroríficas Historias para no dormir (¿qué decíamos del Hitchcock español?), con las que impresionó y más que eso a muchos. El gran Chicho ha dejado un hueco imposible de rellenar, y desde aquí le rendimos el justo y merecido homenaje.
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