El Gobierno tiene que saber asumir las críticas que le llegan, al menos las que tienen fundamento. Asumirlas significa reconocer que la gestión no es la adecuada, pero también hacer lo posible por elegir ahora el camino correcto.
En algunos aspectos el equipo del alcalde Vivas responde con soberbia a las denuncias de los partidos que tienen más razón que un santo. La tiene Ceuta Ya! cuando tilda de “chapuza” la gestión en torno al cheque libro.
La Ciudad, lejos de coger el guante y reconocer que algo no hace bien, remite un comunicado para felicitarse y recordar que mantiene el compromiso con esas ayudas para la adquisición de libros, aunque las mismas no se sepa bien cuándo llegarán.
Luego, cuando se sepa esa fecha, nos citarán a todos los padres a una hora concreta para formar una especie de ‘cola del hambre’. Todos en fila, con un horario encorsetado que tienes que aceptar sí o sí, con tensiones, broncas en algunos casos… y todo esto para que el santísimo padre que parece ser nuestro alcalde nos regale un cheque libro.
Será avanzado septiembre cuando entonces montaremos las mismas colas a las puertas de las librerías porque todos los padres iremos en las mismas fechas a por los libros y en muchos casos estarán agotados.
Llegará octubre y muchos chicos no tendrán el material y entonces empezarán las discriminaciones.
Esta es la gestión del cheque-libro, una “chapuza”, dice Ceuta Ya! Yo elevaría un grado el término y hablaría de poca vergüenza.
¿No es más sencillo tener todo listo al final de curso para dar a cada alumno el cheque y que este lo lleve a la casa? Ya cada familia verá si reserva libros en verano o lo hace más adelante, pero al menos dispondrá de esa oportunidad de elegir.
A menudo pienso que en realidad la administración quiere montar este caos porque le gusta eso de sentir que nos regala algo y qué mejor forma de conseguirlo que ponernos a todos en fila esperando la chuchería.
No. Ni el Gobierno, ni el alcalde, ni su equipo nos regala nada. Ellos gestionan, y en casos como este gestionan mal. Lo hacen ahora, pero repiten los mismos errores de años atrás. No saben cómo organizar, siempre les pilla el toro o, quién sabe, igual tienen ese gustillo de los que manejan el poder de subirse al estrado para recordarnos que ellos son los reyes magos y nosotros los críos que tenemos que seguir agradeciendo por nuestros derechos.
Vendan la gestión que quieran vender, el cheque libro es una chapuza y una poca vergüenza.